500 jóvenes en el Vía Crucis con la “bufanda roja” de Jesús vandalizado: “El perdón es la respuesta de los cristianos a la violencia”

500 jóvenes en el Vía Crucis con la “bufanda roja” de Jesús vandalizado: “El perdón es la respuesta de los cristianos a la violencia”

La mañana del viernes 24 de marzo tuvo lugar el Vía Crucis de las escuelas católicas de la ciudad de Jerusalén, en el que participaron 8 escuelas y más de 500 alumnos. El vía crucis de los jóvenes y niños, organizado por la Custodia de Tierra Santa, este año cobró un significado especial porque se inscribe en un contexto de violencia y de fanatismo religioso que ha caracterizado la vida de las comunidades cristianas en los últimos meses.

A los niños y profesores, reunidos en la gran entrada del santuario de la Flagelación, se les entregó una bufanda roja con las imágenes de la estatua de Jesús vandalizada precisamente en este lugar, en la Capilla de la Condena, el pasado 2 de febrero.,

«Estamos aquí juntos para esta celebración y llevamos esta bufanda roja, que es el color del martirio, el color del amor, el color de quien sabe entregar la vida» – con estas palabras recibió el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, a todos los estudiantes reunidos al inicio del Vía Crucis.  «Sobre esta imagen está Jesús que sufre por nosotros, con una inscripción que es su oración desde la cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (Lc 23,33-34)”. Estas palabras nos recuerdan que esta es la manera cristiana de responder a la violencia: Jesús nos enseño a orar por quienes nos hacen sufrir y a pedir perdón.  A través de su Pasión y su muerte, Jesús nos mostró que el amor y el perdón son más fuertes que la violencia. Mientras caminamos juntos por la Vía Dolorosa pidamos al Señor la misma capacidad de seguirlo y de perdonar, para no ceder nunca a la tentación de la violencia».

Después, la procesión se dirigió, ordenada y con gran asistencia, a las estaciones de la Pasión de Jesús: en la séptima estación de la Vía Dolorosa, el Patriarca Latino, S.B. Pierbattista Pizzaballa, recibió la cruz y a todos los participantes, y continuó la procesión con ellos hacia la iglesia de San Salvador donde concluyeron las últimas estaciones del Vía Crucis.

«Nos llamamos “el pueblo de la Cruz” y debemos estar orgullosos de ello – subrayó el Patriarca dirigiéndose, al final del acto, a los jóvenes que llenaban la iglesia – porque es el símbolo del amor de Jesús: ¡todo lo que tenemos es el amor de Jesús, que es más fuerte que cualquier otra cosa!». Luego, S.B. Pierbattista Pizzaballa quiso dedicar un pensamiento especial a la comunidad de Jerusalén: «No solo sois cristianos, sino cristianos en Jerusalén. ¡Aquí están los santos lugares, las iglesias, los santuarios, pero se necesitan comunidades “vivas”!  Sin vosotros el cristianismo desaparecería: esta es una importante responsabilidad».

Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa y director de las escuelas de Tierra Santa, además de promotor de este extraordinario evento, quiso subrayar que «aunque vivamos en un momento muy difícil, no debemos tener miedo: hemos realizado el Vía Crucis para prepararnos para la Semana Santa y la Pascua, para recordarnos que, si morimos con Cristo, resucitaremos con Cristo. El mensaje a nuestros alumnos es precisamente este: debemos perdonar y no responder nunca a la violencia con la violencia, sino con el perdón, con el amor y con la paz».

Silvia Giuliano