Comienza el Adviento en Belén | Custodia Terrae Sanctae

Comienza el Adviento en Belén

Empiezan los preparativos para las celebraciones navideñas en Tierra Santa. El sábado 28 de noviembre de 2020 en Belén, lugar de origen de la vida de Jesús, la entrada solemne del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton y la misa solemne celebrada el día siguiente marcaron el comienzo de las tradicionalescelebraciones litúrgicas de este tiempo de Adviento: un tiempo especial en esta ocasión también debido a la pandemia global que afecta a esta tierra.

Según la tradición, la jornada del sábado 28 de noviembre comenzó con el encuentro del Custodio con una parte de la comunidad de la parroquia de San Salvador en la sala del diwan del convento franciscano de la ciudad vieja. El primero en tomar la palabra fue el párroco, fray AmjadSabbara, que destacó la importancia de las raíces cristianas de los fieles locales y la importancia de ser cristiano en este lugar tan especial, así como la difícil situación de pandemia en la que se encuentra el mundo. Fray Patton intervino después subrayando la peculiaridad de la presencia de peregrinos para la comunidad local, no solo apoyoeconómico sino también espiritual: la oportunidad de una ventana a la Iglesia universal. “Hoy queremos tomar simbólicamente la luz que viene de Belén” dijo el Custodio, “para mantener viva la esperanza, la confianza en el Padre celestial y la caridad que nos lleva a ser solidarios y ayudarnos mutuamente. El virus pasará, lo importante es que se mantenga la solidaridad entre hermanos y hermanas en la comunidad.  Que el Señor nos ayude a mirar hacia adelante, a vivir siempre con esperanza”.

Según el Status Quo, el segundo paso fue el saludo a la restringida representación civil y religiosa procedente de Beit Jala ante el monasterio greco-ortodoxo de Mar Elías, para luego dirigirse a la basílica de la Natividad en Belén, cruzando el puesto de control de la Tumba de Raquel, abierto de forma excepcional cada año en esta fecha. Al contrario de años anteriores y debido a la reciente regulación anti-Covid, el Custodio recorrió la central Star Street en coche, guiado por un grupo de scout locales.  Al llegar a la plaza frente a la basílica, un discreto número de representantes de la comunidad local se hallaba presente para acompañar al Custodio en su entrada solemne en la basílica de la Natividad.  Tras el saludo a las autoridades civiles y a los representantes de las otras confesiones cristianas presentes en la Natividad, el Custodio cruzó la puerta de la humildad siguiendo a la procesión de los franciscanos que le precedieron.

En la iglesia de Santa Catalina, propiedad franciscana que flanquea la basílica de la Natividad, el Custodio fue recibido por fray Enrique Segovia, superior del convento franciscano de Santa Catalina. “La pandemia es como la noche, hay noches más largas y noches cortas pero la noche siempre acaba y el sol vuelve a salir”, dijo fray Patton. “Y si nuestro sol es el Señor Jesucristo, no debemos temer a la noche”.
Pocas horas después de esta breve celebración, el Custodio presidió las solemnesprimeras Vísperas del primer domingo de Adviento. Durante las vísperas se realizó el rito tradicional del lucernario, que consiste en encender la primera vela de la corona de Adviento con una vela encendida en el pesebre, el lugar donde nació Jesús.

La mañana del domingo se celebró la misa solemne en árabe, también presidida por fray Francesco Patton. “En el Evangelio, Dios nos dice que debemos estar atentos en todo momento, para recordarnos que estamos llamados a vivir nuestra vida cristianacon responsabilidad, esperanza y fe”. La homilía en árabe, pronunciada por el párroco fray RamiAsakrieh, se centró en el término “vigilar”: una espera sin riesgo de quedarse dormido, pero una espera destinada a trabajar por nuestra salvación.

“La parroquia de Belén continúa preparándose para la Navidad” explica fray Rami. A causa del virus estamos más preparados y dispuestos a volver nuestra mirada al origen de la salvación, y no a las ceremonias externas: tratamos de llegar a lo más profundo de nuestra fe, y este tiempo puede ser una buena ocasión, aunque las fiestas estarán muy limitadas debido a la regulación anti-Covid”.


Giovanni Malaspina