Comienza el Adviento en Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Comienza el Adviento en Tierra Santa

El tiempo de preparación para la Navidad ha empezado también en Tierra Santa. La víspera del primer domingo de Adviento, el sábado 27 de noviembre, el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, realizó su entrada solemne en Belén, de acuerdo con la tradición, inaugurando así este tiempo de espera del Salvador.

La mañana comenzó en Jerusalén, en el convento de San Salvador, donde fray Patton se reunió con una pequeña representación de la parroquia latina y con el párroco fray Amjad Sabbara. El Custodio de Tierra Santa, acompañado por el vicario fray Dobromir Jasztal, salió después del convento hacia Belén, respetando las tradicionales etapas del camino que conduce a Belén. Frente el monasterio greco-ortodoxo de Mar Elías, la comitiva se detuvo para saludar a las autoridades civiles y religiosas de Beit Jala, y después cruzó el muro de separación entre los territorios israelíes y palestinos, a través del puesto de control de la tumba de Raquel, abierto en esta ocasión especial.

En Belén, fray Francesco Patton fue recibido por grupos de scouts de fiesta, al son de las gaitas, a lo largo de la tradicional vía de la Estrella, una calle histórica de Belén, que en otros tiempos fue centro de la vida de los cristianos locales y que actualmente se está quedando cada vez más vacía debido a la emigración masiva.

Delante de la iglesia de la Natividad, donde se conserva el recuerdo del nacimiento de Jesús, lo esperaban los tres representantes de las iglesias cristianas que gestionan el santuario (latinos, greco-ortodoxos y armenios), según establece el Status Quo. Entre ellos, también el guardián del convento franciscano de Belén, fray Enrique Segovia.

“Pedimos la gracia de vivir este tiempo de Adviento como un tiempo de espera del encuentro más importante de nuestra vida, que es el del Señor – dijo fray Patton – y mientras intentamos mantener viva la esperanza, también intentamos mantener viva la solidaridad, el amor fraterno y la cercanía divina”.

Fray Rami Asakrieh, párroco de la parroquia latina de Belén quiso expresar su agradecimiento al Custodio: “A menudo nos encontramos ante los males del mundo, como la falta de recursos, los desastres naturales, las enfermedades… y en medio de todo eso, nos preguntamos ¿dónde está Dios?  Tu presencia, padre Custodio, nos recuerda la figura de los profetas del Antiguo Testamento, cuando se acercaban a la gente desesperada para llevarles la voz de Dios. Su voz viene para asegurarnos que Dios está con nosotros. La pregunta que debemos hacernos es ¿nosotros estamos con Dios?”  Para responder, según el párroco de Belén, debemos empezar este tiempo de Adviento como un tiempo de conversión, sabiendo que “Dios es capaz de transformar el mundo desde una cueva angosta y limitada a un lugar donde se oye a los ángeles glorificar a Dios”.

En la primera fila de la iglesia se encontraban también las autoridades locales, entre ellas el alcalde de Belén, Anton Salman.

Con la celebración de las primeras vísperas del domingo, entramos oficialmente en el tiempo de Adviento y a continuación tuvo lugar la procesión a la Gruta de la Natividad.  Allí se encendió una vela, como gesto simbólico que también tendrá lugar los siguientes domingos de Adviento, hasta la llegada de la Navidad.

El domingo 28 de noviembre, el Custodio de Tierra Santa regresó a Belén para presidir la misa solemne en la iglesia latina de Santa Catalina, en presencia de los feligreses, el párroco fray Rami Asakrieh y el párroco adjunto fray Antonios Habib, que pronunció la homilía.

El Evangelio, dijo el Custodio, debe ayudarnos a leer las dificultades del presente con la perspectiva de la esperanza: “Esta esperanza es la que nos impulsa, como a los primeros cristianos, a crecer y a amarnos los unos a los otros. Es la misma esperanza que dio a Santa Catalina de Alejandría el valor, la fuerza de ofrecer su vida y morir por el nombre de Jesucristo”.

 

Beatrice Guarrera