Comité Científico: nueva hoja de ruta para el Terra Sancta Museum | Custodia Terrae Sanctae

Comité Científico: nueva hoja de ruta para el Terra Sancta Museum

Del lunes 4 al martes 5 de marzo, el Comité Científico del Terra Sancta Museum, compuesto de directores de museos e historiadores del arte de todo el mundo, se reuniónen Paris para su cuarta edición.

Los treinta miembros del Comité Científico del Terra Sancta Museum se reunieron en el convento parisino de San Francisco, cada vez más familiar para ellos, llegados a la capital francesa desde Jerusalén, Roma, Trieste, Varsovia, Madrid, Berlín y Milán. Fueron recibidos por fray StéphaneMilovitch – responsable de la oficina de Bienes Culturales de la Custodia – y por BéatrixSaule, directora general honoraria del castillo de Versalles.  Los especialistas se alegraron de reencontrarse para reanudar las conversaciones que quedaron abiertas al final de la última reunión.

Pronto el ambiente se tornó serio: “podemos sentirnos satisfechos del camino emprendido en nuestro primer encuentro” comenzó BéatrixSaule.  “De hecho, casi se han completado los inventarios de la colección histórica de la Custodia, la museografía del museo está en proceso, han comenzado las obras de restauración, y las publicaciones científicas, en las que han colaborado muchos miembros del Comité Científico, están empezando a materializarse.  Sin embargo, aún quedan por resolver otras cuestiones que serán el centro de estos dos días de reflexión; en concreto, el estudio de las obras de construcción, la prevención de riesgos de seguridad, la ubicación de las funciones/funcionalidades anexas al museo y las diferentes áreas intermedias”, detalló BéatrixSaule, dirigiéndose a los especialistas interesados.

Durante la primera jornada se debatieron algunas cuestiones técnicas. JérômeDumoux, escenógrafo del museo, explicó y justificó las modificaciones realizadas en sus proyectos museográficos. “Estos cambios influirán en la elección de otras funciones relativas a la arquitectura, la seguridad y la pedagogía”, concluyó, con la aprobación de VincenzoZuppardo, arquitecto del museo.  A su vez, Zuppardo expuso los planos para el futuro museo 3D. “Ahora que el museo ha cobrado vida, se puede apreciar de forma tangible su progreso”, declaró BarbaraJatta, directora general de los Museos Vaticanos.

Al día siguiente tomaron la palabra todos los expertos para comunicar la situación de los inventarios y las condiciones de conservación de las obras que están estudiando.  RaphaëlleZiade, jefa del departamento bizantino del PetitPalais, abrió la jornada presentando un informe completo del trabajo realizadoen los 350 iconos de la colección de la Custodia. “Por un lado, estamos impresionados por la labor de inventariado y conservación que se ha llevado a cabo y, por otro, por la calidad de los iconos”, afirmó BéatrixSaule.

Entre dos intervenciones técnicas sobre el estudio de las vidrieras, las luces y los carteles explicativos, MichèleBibenet-Privat, conservadora general en el departamento de obras de arte del Museo del Louvre, mostró al Comité Científico las imágenes de piezas de artesanía en oro donadas a la Custodia por las cortes reales europeas a través de los siglos. En la actualidad, 60 de estas piezas aparecerán en el catálogo que está preparando Bimbenet-Privat.  No obstante, el número aún no es definitivo dadas las continuas sorpresas que se esconden en los inventarios de la Custodia. De hecho, algunos santuarios, especialmente en Chipre, Líbano, Nápoles y Siria, todavía no se han explorado pero podrían contener piezas de gran valor.  “Por tanto, el catálogo se ampliará con otras obras que decidiremos incluir”, concluyó la experta.  A día de hoy, solo el catálogo de tejidos, elaborado por MariaPiaPettinauVescina, está listo para ser publicado.

“¿Cómo debería sentirse el visitante del Terra Sancta Museum?” preguntó para finalizar BéatrixSaule. “Debería maravillarse ante la belleza de estas obras, experimentar la sorpresa del descubrimiento de un tesoro desconocido hasta ahora pero conservado a pesar de las circunstancias históricas, y la satisfacción de un enriquecimiento de su propio conocimiento personal”.  Las mismas emociones que los estudiosos sintieron al inicio de este proyecto.