Concluye en el Monte Nebo la 10ª edición de la Marcha Franciscana en Jordania

Concluye en el Monte Nebo la 10ª edición de la Marcha Franciscana en Jordania

Finalizó la 10ª edición de la Marcha Franciscana en Jordania: el punto de llegada, el santuario del Monte Nebo, donde el 16 de junio ciento treinta jóvenes fueron recibidos por la comunidad del Nebo: fray Bernard Thilagarajah, guardián del convento, fray Ammar Shahin y fray Ibrahim Pio Haddad

Al día siguiente, 17 de junio, también el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, y el vicario fray Ibrahim Faltas llegaron al Monte Nebo para saludar a los jóvenes y celebrar juntos la eucaristía.

Numerosa participación de jóvenes

Este año la marcha franciscana contó con la participación de jóvenes procedentes de Jordania, pero también de Palestina y de algunos refugiados iraquíes en Jordania: una experiencia de formación y de intercambio que representó una oportunidad única de caminar tras las huellas de San Francisco, para descubrir la belleza de la vida cristiana y del espíritu franciscano.

Organizada cada año por la oficina de pastoral juvenil de los frailes menores, la marcha fue dirigida por fray George Haddad, que realizó las meditaciones durante las distintas etapas, asistido por fray Maikel Anjelo, fray Diab Roshrosh y fray Raffael Tayyam, y por algunas religiosas del lugar.

“Vivo contigo”

A lo largo de la semana, los jóvenes vivieron experiencias de intercambio, amistad, ayuda mutua, escucha, silencio y oración.

«A partir del título “Vivo contigo” – explica fray George – me centré en la presencia de la palabra de Dios en nuestra vida. ¿Qué lugar ocupa la Biblia, la Sagrada Escritura en nuestra vida? Hice reflexionar sobre esta pregunta a los jóvenes, que muchas veces se desaniman porque se sienten minoría en esta tierra, pero eso no significa que no puedan llevar al mundo el mensaje de Jesús, el mensaje de amor y el mensaje de caridad».

La celebración eucarística

El encuentro con el Custodio de Tierra Santa y con el vicario representó un momento importante de esta última etapa: ambos quisieron hacer sentir a los jóvenes que forman parte de la Iglesia y comunicarles la esperanza y la confianza que la Iglesia deposita en ellos.

En su homilía, el Custodio subrayó la importancia del Espíritu Santo en la vida de los cristianos: «Necesitamos ser purificados interiormente, iluminados interiormente y encendidos interiormente por el amor, para poder seguir las huellas de Jesús y poder hacer lo que Dios nos pide. Me parece que esta es la síntesis y la mejor proyección del camino que estos mismos jóvenes han realizado estos días».

Finalmente, fray George Hadda entregó al padre Custodio y al vicario una placa conmemorativa de la marcha.