Covid-19: oración interreligiosa en Jerusalén | Custodia Terrae Sanctae

Covid-19: oración interreligiosa en Jerusalén

Una oración interreligiosa por el final de la pandemia del Covid-19. La iniciativa fue organizada el jueves 26 de marzo por el Ayuntamiento de Jerusalén y reunió a las 12:30 a los jefes de las tres religiones abrahámicas, junto con otros representantes religiosos. Tras la bienvenida del alcalde de Jerusalén, los jefes de las diferentes confesiones quisieron rezar en voz alta uno por uno.  Por los cristianos tomó la palabra el patriarca greco-ortodoxo Teófilo III. Después tuvo lugar un momento de oración silenciosa, en el que cada uno rezó según su propia tradición.

“Yo, personalmente, he rezado el Padrenuestro, la oración que Jesús nos enseñó y que contiene la expresión “líbranos del mal”, que creo que es la más eficaz en este momento”.  Así contaba el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, que participó en el encuentro.  Además de monseñor Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, se hallaban presentes también el patriarca greco-ortodoxo Teófilo III y el armenio, Nourhan Manougian, el rabino jefe sefardita de Jerusalén, Shlomo Moshe Amar, el rabino jefe asquenazi de Jerusalén Aryeh Stern, así como el druso Sheikh Muafek Tarif y de religión musulmana el Sheikh Muhammad Kevan y el Sheikh Attel Atrash.

“Desde que estoy aquí en Jerusalén, esta es la primera vez que se nos pide que nos reunamos y, con respeto a la propia fe, oremos a Dios para que cese la pandemia – explicaba el Custodio fray Francesco Patton –. Lo esperábamos porque ya en uno de los comunicados de los jefes de las Iglesias que tenemos responsabilidad sobre el Santo Sepulcro habíamos pedido que todos los hijos de Abraham y los creyentes de las otras religiones se reunieran para rezar e invocar el final de la pandemia.  La misma enfermedad nos hace bajar a la tierra, a nuestra condición de criaturas. Incluso si alguno ha tenido el delirio de la omnipotencia en clave científica o de capacidad humana, por desgracia este tipo de experiencias nos devuelve a la desnudez de Adán, a la experiencia directa e inmediata de la fragilidad”.

“Jerusalén es Santa para todo el mundo y hemos venido aquí por un problema común – declaraba el alcalde de Jerusalén, Moshe Lion –. No importa si somos cristianos, judíos o musulmanes. Rogamos a Dios que nos ayude y no hay diferencia entre las personas.  Espero que lo que hemos hecho hoy ayude a conseguir que el coronavirus desaparezca en todo el mundo”.


 

Beatrice Guarrera

Pictures ©Nadim Asfour