El sábado 11 de diciembre, la iglesia de Tierra Santa regaló a la Iglesia Universal dos nuevos diáconos: frayKhokazIohannaMesrob, sirio, y fray Fabio Alfonso Morales Meza, colombiano. La celebración eucarística, a la que asistieron numerosos religiosos, religiosas, y fieles locales e internacionales, fue presidida por el delegado apostólico de Jerusalén, monseñor Adolfo Tito Yllana.
Tres fueron los principales aspectos del servicio diaconal mencionados durante la homilía, la figura del “ministro de la Palabra”, “anunciador del Verbo” y “signo gozoso de la caridad”. Aspectos que se refieren a Cristo, que se hizo diácono de todos. “El primer pensamiento va dirigido a vuestros padres, que os están viendo desde lejos”, dijo el delegado apostólico en su comentario al Evangelio, saludando a los familiares que seguían la trasmisión en directo por streaming gracias a la página de Facebook de la Custodia de Tierra Santa y al Christian Media Center.
“Recibiréis el libro del Evangelio de rodillas, como dice Dios en la profecía de Isaías”, continuó el delegado apostólico. “Además de mis manos y mi voz, os entregan el Evangelio vuestros padres, que desde que eráis pequeños pusieron en vuestros labios vuestras primeras oraciones; están los superiores, vuestros compañeros de viaje, todos con los que habéis compartido miedos y alegría en los últimos años. Todos estos os dan la Palabra, pero también todas las personas que os han dado testimonio de Cristo”.
“Lo recibiréis de rodillas, como diceDios en la profecía de Isaías” dijo monseñor Yllana, “para que en vuestra memoria quede fuertemente grabado que ante la palabra de Dios, se es ministro, que deriva de “minus” y “stare”, “el que está debajo”, y por esoel diácono es ministro de la Palabra de Dios, es decir, una persona que se reconoce absolutamente inferior ante la Palabra, que desea constantemente obtener todo de ella, que quiere conformar a ella toda su vida. Estar de rodillas demuestra que sois servidores de la palabra y que siempre, como cada creyente, deberéis evitar aprovecharos de la Palabra”.
Antes de la liturgia de ordenación diaconal propiamente dicha, los frailes se postraron pidiendo la intercesión de todos los santos con el canto de las letanías. Después, el delegado apostólico impuso las manos sobre los frailes para la ordenación y entregó el Evangelio a los nuevos diáconos.
Al final de la celebración eucarística los nuevos diáconos expresaron su sentimiento de gratitud con emoción. “Quiero dar las gracias a Dios por el don de la vida” dijo fray Fabio Alonso, que expresó su agradecimiento en italiano antes que fray Khokaz en árabe. “Gracias por el don de nuestra vocación, a la que nos ha llamado Dios. Gracias a nuestras familias que no están aquí hoy, pero nos acompañan con el corazón y con sus oraciones: gracias por haber aceptado este compromiso de formarnos en la fe y ayudarnos a sentar las bases para este proyecto de vida”.
A continuación, el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, tomó la palabra para dar las gracias a monseñor Yllana y dirigir su deseo a los dos diáconos en nombre de la Custodia. “Qué sepan conformar progresivamente su vida al ministerio que hoy han recibido y que este ministerio los transforme incluso después de que reciban el segundo grado a través de la ordenación presbiteral. Qué saber estar de rodillas ante la eucaristía, ante la palabra y ante los pobres caracterice su vida, pero también la nuestra”.
Para concluir, el Custodio recordó y renovó la necesidad de rezar por los países de origen de los dos nuevos diáconos, subrayando que aún hace falta mucha oración y acción por la paz en Siria, Colombia y en todos los países”.
Giovanni Malaspina
