El próximo 2 de octubre en Roma serán declarados santos los once “mártires de Damasco”. Para esta solemne ocasión, una joya de fe y arte entrará en la plaza de San Pedro. Se trata del relicario que guarda una reliquia de los mártires, asesinados por odio a la fe en Damasco en 1860 (aquí la historia). Una obra de arte realizada en Belén en 1926, ya utilizada para la ceremonia de beatificación ese mismo año y donada al Vaticano.
Arte y espiritualidad
El relicario es una auténtica joya de nácar blanco y azul, con una estructura de soporte de madera, realizada en Belén por Yousef Zoughbi, uno de los artesanos del nácar más hábiles de la ciudad. El nombre del artista aparece en la inscripción en la base del relicario. El talento y la experiencia del artesano palestino crearon una obra que encarna la belleza y la espiritualidad.
El objeto tiene forma de templete. Consta de cuatro pilastras rematadas por sendos arcos que sostienen una cúpula. En su base se lee la inscripción en latín “TU ES PETRUS ET SUPER HANC PETRAM AEDIFICABO ECCELSIAM MEAM”. Un homenaje al papa Pío XI que beatificó a los mártires. Son numerosas las decoraciones que adornan la pieza. Realizadas con precisión minuciosa, recuerdan los lugares más importantes de Tierra Santa y los misterios de la fe cristiana.
Una obra de arte que habla al corazón
Cada detalle del relicario está cargado de significado. Las columnas, los arcos, las cúpulas, las esculturas: todo contribuye a crear una atmósfera de sacralidad y belleza. Las inscripciones en latín, las representaciones de los santos Pedro y Pablo, el monograma de Cristo y María, todos son elementos que hablan de fe, esperanza y amor.
El relicario, detalles preciosos
El interior del templete contiene la urna con las reliquias concebida como una custodia expuesta sobre el altar. Esta última tiene en el frente un panel que representa la basílica de San Pedro. A los lados del altar están representados la natividad y la resurrección. La custodia, una aureola de forma ovalada, está rodeada de ángeles orantes. Desde abajo, también se reconocen cuatro motivos decorativos: un escudo heráldico con el Sagrado Corazón, un serafín, la paloma del Espíritu Santo y, finalmente, la Cruz.
Un homenaje al Santo Padre
El relicario será presentado al papa Francisco con motivo de la canonización de los mártires de Damasco. Durante la ceremonia de canonización se colocará junto al altar papal para recibir el homenaje del incienso, los cirios y las flores, signo del culto que la Iglesia les reconoce, inscribiéndolos en el catálogo de los santos.
Lucia Borgato