Fiesta de San Antonio, patrón de la Custodia

Fiesta de San Antonio, patrón de la Custodia

The Custos of the Holy Land incenses the altar and the bread of Saint Anthony
The Custos of the Holy Land incenses the altar and the bread of Saint Anthony

El 12 de junio las vísperas solemnes presididas por el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, dieron comienzo a las celebraciones en honor a San Antonio de Padua, patrón y protector de la Custodia, vinculado de manera especial a los franciscanos de Tierra Santa desde hace más de 100 años.

Fue precisamente en 1917 cuando se proclamó el triduo en honor del gran santo portugués, para pedir su intercesión ante la amenaza de expulsión de Jerusalén de los frailes franciscanos de origen italiano.  San Antonio protegió la orden y el 13 de junio de 1920, ante la estatua en el altar del santo, fue elegido oficialmente como santo patrón de la Custodia.

La participación de parroquianos, fieles, religiosos y peregrinos durante esta fiesta siempre es muy numerosa y sentida.

Durante las primeras vísperas, recitadas en la iglesia de San Salvador de Jerusalén, el Custodio quiso recordar el significado del gesto de la distribución del pan de San Antonio, que se realiza tradicionalmente para concluir la celebración de la vigilia. El pan, de hecho, simboliza por una parte el don que se pide a Dios y, por otra, el que se comparte con los demás, es decir, el de la caridad, la capacidad de amar de manera gratuita. Este es el pan, es decir, un alimento que en primer lugar recibimos como regalo de Dios. En segundo lugar, este regalo debe ser compartido de tal forma que seamos realmente capaces de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos» (aquí el texto completo de la homilía).

El 13 de junio, día de la fiesta del santo, antes de la liturgia solemne, algunos niños de la parroquia, vestidos con un pequeño hábito franciscano, fueron bendecidos por fray Amjad Sabbara: sus padres habían pedido para ellos la protección especial de San Antonio.

Asistieron a la celebración eucarística, presidida por el Custodio de Tierra Santa, el Patriarca Latino S.B. Pierbattista Pizzaballa y los representantes de las principales comunidades cristianas de Tierra Santa (greco-ortodoxos, armenios, coptos, sirios y rumanos) invitados como todos los años por la Custodia a compartir la alegría de la fiesta del santo patrón.

«Antonio fue un gran buscador de la sabiduría divita: buscó incansablemente el sentido de la vida a la luz de la Palabra de Dios – dijo el padre Custodio de Tierra Santa en su homilía –. Esta actitud de búsqueda continua, esta inquietud que caracteriza toda la breve vida de Antonio, es muy provocativa para nosotros, nos plantea una pregunta muy directa y personal: “¿Dónde buscas el sentido de la vida?”. Para Antonio el sentido de la vida está en la relación con Jesucristo, en acoger y vivir la Palabra del Evangelio, en llegar a una esencialidad tal que no se busque nada superfluo, superficial ni transitorio. Para Antonio el sentido de la vida es entregarse totalmente, porque esto es lo que hizo y enseñó Jesucristo, esto es a lo que conduce el conocimiento de la sabiduría divina».

Al final de la misa el Custodio de Tierra Santa, junto con toda la asamblea, pronunció la oración de consagración de la Custodia a San Antonio, delante de la imagen del santo.

Finalmente, por la tarde, los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa se reunieron de nuevo en la iglesia de San Salvador para rezar las segundas vísperas, con las que concluyó la celebración.

Silvia Giuliano