“Aprended a hacer el bien. Buscad la justicia” (Is 1, 17) es el lema elegido para la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2023 que, en Jerusalén, involucró a las numerosas confesiones cristianas presentes en Tierra Santa. Nueve encuentros de oración que tuvieron lugar del 21 al 29 de enero, cada día en un lugar distinto, en los que la asistencia de fieles y religiosos confirmó el espíritu ecuménico de las comunidades participantes (anglicanos, armenios, luteranos, greco-católicos, greco-ortodoxos, comunidades sirias y etíope y católicos de rito latino) que conviven cotidianamente desde hace siglos, cada una con sus peculiaridades.
Este año, las palabras del profeta Isaías guiaron las reflexiones de la oración. Isaías habló para despertar la conciencia del pueblo de Judea sobre la realidad de una situación dominada por la injusticia y la desigualdad, que hay que combatir arraigando la justicia y la rectitud en Dios. El mundo de hoy, especialmente aquí en Tierra Santa, refleja en muchos sentidos los desafíos de la división que Isaías afrontó en su predicación: el mundo cristiano está llamado a comprometerse para hacer frente a la opresión y las divisiones de la familia humana y a convertirse en testigo y promotor de justicia y de paz.
La semana de oración en la ciudad santa comenzó el sábado 21 de enero (unos días después de la fecha oficial) para permitir a los armenios celebrar la Epifanía. Según la tradición, la primera cita fue en el Santo Sepulcro, donde la comunidad greco-ortodoxa dirigió la oración de Completas en el altar de la Crucifixión en el monte Calvario. El domingo siguiente, 22 de enero, la oración se llevó a cabo en la catedral anglicana de San Jorge y el lunes 23 en la catedral armenia de Santiago. El martes 24 de enero la iglesia luterana del Redentor acogió a una nutrida delegación de las comunidades cristianas y el pastor luterano Fursan Ayed Zumot recordó a los presentes la misión común a la que están llamados los cristianos de todas las confesiones, «la de servir al prójimo».
El miércoles 25 de enero, día de la conversión de San Pablo, fue el turno del Patriarcado Latino. Durante la oración, también muy concurrida, el Patriarca de los latinos, S.B. Pierbattista Pizzaballa quiso dirigir palabras de aliento a todas las Iglesias de Tierra Santa, recordando que ellas, «a pesar de los muchos conflictos que han atormentado a esta tierra durante generaciones, son muy activas en la construcción de la Jerusalén celestial» a través de las escuelas, los hospitales, las residencias de ancianos y todas las realidades construidas en el territorio. «Son nuestra manera de hacer el bien aquí en Tierra Santa y de hacer justicia, de abrir los ojos al dolor y la opresión». «Sin embargo, continuó el Patriarca, el consuelo no necesita solo gestos de acogida sino también una palabra. Tenemos el deber de anunciar con la vida, pero también con las palabras, el Evangelio de justicia y de paz».
El jueves 26 de enero la oración se celebró en el Cenáculo, en el Monte Sion, y fue dirigida por el Rev. fray Maksymilian Nawara, O.S.B., abad presidente de la congregación benedictina de la Anunciación, junto con la comunidad benedictina de la Dormición. El padre Nikodemus Schnabel, vicario patriarcal para la pastoral de emigrantes y refugiados en Tierra Santa, en su homilía invitó a los fieles presentes a poner su confianza en el Espíritu Santo, cuya venida tuvo lugar precisamente en el Cenáculo el día de Pentecostés. «El Espíritu Santo es la fuerza para superar las injusticias y la opresión, para conseguir la justicia y hacer el bien», subrayó el padre Nikodemus.
El viernes 27 de enero fue el momento de la comunidad siria ortodoxa del Patriarcado de Antioquía y Jerusalén, en la iglesia de San Marcos: la oración fue dirigida por Su Eminencia el arzobispo mons. Anthimos Jack Yakoub, vicario patriarcal de Jerusalén y Tierra Santa, mientras que el sábado 28 de enero la oración se celebró en la iglesia ortodoxa de la comunidad etíope. La semana de oración por la unidad de los cristianos concluyó el domingo 29 de junio en la iglesia greco-católica de la Anunciación en la ciudad vieja de Jerusalén.
Silvia Giuliano
