La arqueología baja al terreno en Betania

La arqueología baja al terreno en Betania

En Betania/al-Eizariya, están en pleno apogeo las actividades en la zona arqueológica alrededor del santuario franciscano y de la tumba de Lázaro.

Despertar la pasión

Desde mediados de junio, la asociación Pro Terra Sancta promueve un curso de “arqueología experimental” en el que participan una quincena de adolescentes locales de entre 12 y 17 años.  Un reto, pero también una apuesta para “acercarlos desde jóvenes a su historia” dice Carla Benelli, historiadora y coordinadora de los proyectos de Pro Terra Sancta en Betania, en colaboración con el Mosaic Center de Jericó. “Se trata de un grupo de edad en riesgo, sobre todo en contextos dramáticos y de conflicto cotidiano. Es la primera vez que se acercan a estos temas.  Nos centramos en la arqueología experimental para implicarlos y conseguir que se apasionen”.

“Este programa me ha ayudado a conocer mejor nuestro patrimonio cultural”, dice Linda Halabiya, de 15 años, que ha desarrollado una pasión por trabajar con terracota. “Para nosotros, como palestinos, es importante conocer nuestro patrimonio, para conservarlo y salvarlo del olvido y el abandono”.

En la ceremonia de entrega de los diplomas de participación, el 3 de julio, se hallaban presentes también las autoridades municipales. “Este proyecto es importante porque nos permite mostrar nuestro patrimonio y da a los jóvenes la posibilidad de conocerlo”, afirmó el alcalde Khalil Abu El Reesh, quien tuvo palabras de admiración hacia los jóvenes.

Universidad sobre el terreno...

El proyecto contó con la colaboración de dos profesores de arqueología de la Universidad de Turín, Chiara Maria Lebole y Giorgio di Gangi, que pusieron a disposición su experiencia en “arqueología experimental” y su pasión.

“Partimos del barro: rompieron objetos para aprender a hacer dibujo técnico arqueológico y a encontrar conexiones; cavaron un horno y encendieron fuego; realizaron sus propias piezas”, nos cuentan.  Al regresar a Italia llevarán consigo las ganas de aprender de estos jóvenes y sus sonrisas, “que no han faltado nunca”, a pesar del difícil entorno en el que viven.

… y en el campus

De Turín a Palermo, de las excavaciones a las aulas. Pro Terra Sancta y Mosaic Center involucraron a la Universidad de Palermo – una de las pocas en Italia autorizadas para emitir el título de restaurador – para crear un itinerario profesional en este sector. Este año se llevó a cabo un master online, pero se espera poder lanzar un verdadero grado de tres años en restauración a partir del próximo curso académico. Las autorizaciones ya existen, y se están definiendo los convenios entre la Universidad Al-Quds y la Universidad de Palermo para el intercambio de profesores y alumnos. “Faltan profesionales de la restauración – explica Carla Benelli –. Por eso recurrimos a la Universidad de Palermo. El objetivo es impulsar a los jóvenes locales y darles una formación que les permita trabajar en este sector en favor de su patrimonio cultural”.

Hacer cosas bellas

Carla Benelli explica la presencia de Pro Terra Sancta en Betania, que se remonta a 2016: “Empezamos con proyectos específicos dentro del área franciscana. El apoyo de la Cooperación italiana fue importante para desarrollar relaciones con la comunidad local”, un elemento que ha caracterizado desde el principio las intervenciones de Pro Terra Sancta. Las excavaciones y los trabajos de restauración se extendieron después a las zonas cercanas, a petición de los diferentes propietarios: los musulmanes, cuya mezquita linda con la propiedad franciscana y se levanta sobre restos de las iglesias medievales hechas construir por la reina Melisenda; y los greco-ortodoxos: “A partir de este año – cuenta Carla Benelli – comenzamos la restauración de la llamada Torre de Melisenda, símbolo de la ciudad, que se encuentra en un estado de deterioro importante”. Resumiendo con las palabras de la profesora Lemole: “Las cosas bellas se pueden hacer, hay que construirlas”.

Marinella Bandini