La Tierra Santa redescubierta en las películas salvadas de los estragos del tiempo | Custodia Terrae Sanctae

La Tierra Santa redescubierta en las películas salvadas de los estragos del tiempo

Hubo un tiempo en el siglo pasado en que la difusión del Evangelio empezó a ser canalizada a través de medios cinematográficos. A partir de la posguerra, varias realidades misioneras decidieron invertir en el séptimo arte para promover sus actividades y llegar a un número cada vez mayor de personas.  Mantenerse al día de la modernidad y del constante progreso de la técnica es un reto que la Iglesia empezó a plantearse hace ya varias décadas, especialmente en lo que se refiere al estado del arte en los medios de comunicación: un instrumento fundamental para cumplir la finalidad principal sobre la que construye su propia razón de ser, es decir, la evangelización.

La Santa Sede ya impulsó una política de medios en los años 50, cuando desarrolló una reflexión teórica sobre el medio cinematográfico en el contexto de los dos Discursos sobre la película ideal, en los que se afirmaba que el cine debía intentardesempeñar, además de un deber moral, también uno comercial, ligado al entretenimiento del público. Un principio que, en resumen, unía el aspecto instructivo y el lúdico.

Los franciscanos no se apartaron de este principio inspirador, como hicieron otras congregaciones religiosas, en el ámbito del llamado filón del “cine misionero”.

La misma Custodia de Tierra Santa, por iniciativa de la carismática figura de fray Alfonso Calabrese, padre Custodio durante un año entre 1968 y 1969, y a través del Centro de propaganda y prensa de Milán, invirtió mucho en la producción de material cinematográfico, utilizando, entre otros, el talento y la profesionalidad de Rinaldo Dal Fabbro como director.  De hecho, a este último se deben la mayoría de las obras producidas por los franciscanos entre los años 50 y 60 en Tierra Santa.  Un director ecléctico, yadedicado al cine civil a través de obras que narraban el mundo industrial italiano (entre las que cabe destacar el cortometraje “Terni Sessantaquattro” dedicado a las acerías de la capital de Umbria).

La intención de esta apasionante empresa era dar a conocer al gran público la Tierra Santa y el trabajo de la Custodia. Un compromiso concretado por el mismo padre Alfonso Calabrese con estas palabras: “No por un interés material o por afán de lucro; no por un ideal humano de gloria terrenal: la película sobre la Tierra Santa nacedel amor. El amor sencillo y puro de San Francisco trasmitido durante siglos a sus hijos, fieles custodios por voluntad del padre y por mandato de Dios y de la Iglesia, de toda la Tierra Santa”. Entre la rica producción cinematográfica de aquellos años se pueden encontrar varias películas de carácter principalmente documental o evocador, entre ellos Tierra de Cristo, Navidad en Belén, El lago de Jesús, El valle bajo el mar y Cruzados sin armas.

Estas últimas son solo algunas de las numerosas películas rodadas en esos años y guardadas durante décadas en el depósito de la actual sede de la Fundación Tierra Santa y Edizioni Terra Santa de Milán, antiguo Centro de propaganda y prensa.  Entre 2020 y 2021 más de treinta películas producidas entre los años 50 y 80 fueron restauradas por los responsables del archivo cinematográfico de la Fundación Cineteca Italiana.  Un trabajo cuidadoso y sofisticado que ha llevado a la total digitalización del material audiovisual, interviniendo puntualmente también en la mejora de la calidad de la imagen y el sonido, deteriorados por el desgaste y el tiempo. Una actuación valiosa que regala a la posteridad la narración de una historia en la Historia, un placer para los cinéfilos y una emoción para los devotos de la Tierra de Jesús.

A este importante proceso de recuperación se ha dedicado un dossier en el último número italiano de la revista Terra Santa.

 

Filippo De Grazia