Ochocientos años después del encuentro entre San Francisco y el sultán, el convento franciscano de Trípoli-Mina también ha querido celebrar este aniversario especial. El domingo 6 de octubre por la mañana comenzaron los actos con la quinta jornada de formación para los jóvenes de Trípoli. Los chicos, cristianos y musulmanes, reflexionaron sobre el documento sobre la “Fraternidad universal” y después trabajaron en grupos para desarrollar propuestas concretas que se leyeron por la tarde ante los obispos y el muftí de Trípoli. Para ayudarles en su reflexión, intervinieron el jeque sunita Muhammed Ramez Hamawi, el jeque alauita Muhammed Haydar y el doctor Elias el-Halabi, director del centro de estudios cristiano-musulmanes de la Universidad de Balamand. Moderó la reunión el doctor Ziad Fahed, presidente de Diálogo de Vida y Reconciliación en la NDU.
También durante la santa misa de las 10:30 el padre Henry Ponce subrayó en su homilía el significado aun actual del mensaje que emana del encuentro entre San Francisco y el sultán.
A primera hora de la tarde, el patio del convento de Trípoli comenzó a llenarse de autobuses procedentes de todo Líbano para las conferencias programadas en la celebración. Tras la bienvenida de fray Quirico Calella, superior del convento, intervinieron S.E. el nuncio apostólico monseñor Joseph Spiteri, que habló de los 800 años y del documento sobre la fraternidad firmado por el papa Francisco y el gran muftí de el-Azhar, mientras que monseñor Cesar Assayyan profundizó en el contenido del documento histórico.
A continuación tomó la palabra el muftí de Trípoli, S.E. Sh.Malik Al Chaar, que analizó posibles vías de fraternidad para desarrollar relaciones mutuas entre cristianos y musulmanes en todo el mundo.
Finalmente, S.E. George Aboujaudi, obispo maronita de Trípoli, habló de su experiencia directa con los musulmanes de Trípoli y en el norte de Líbano desde que era superior de los padres lazaristas en Mijleyya.
Al final del encuentro, fray Quirico entregó, en nombre del Custodio de Tierra Santa, la medalla del jubileo a los obispos y al muftí, y el emblema de la Custodia al cónsul italiano doctor Marco Di Sabatino.
A las 17:30 comenzó la misa concelebrada por los obispos y una quincena de religiosos, al final de la cual el nuncio bendijo la estatua de piedra de San Francisco. La tarde concluyó con un buffet en el jardín trasero del convento, mientras se lanzaban fuegos artificiales desde la terraza.
