Acre resplandece de sol y alegría en el día de la inauguración del octavo centenario de la presencia franciscana en Tierra Santa. Para celebrar este importante aniversario, los frailes de La Custodia escogieron comenzar precisamente en el lugar al que arribaron los primeros franciscanos en 1217. Aproximadamente setenta frailes de Jerusalén y de Galilea participaban en la jornada conmemorativa el 11 de junio, reservada a los religiosos de la Custodia.
Fray Marcelo Cichinelli, guardián del convento de San Salvador en Jerusalén, explicaba: «Hemos elegido esta modalidad para la inauguración de los festejos, con el fin de promover la serena mirada de fraternidad que se encuentra en la intimidad de los hermanos».
MISA. La jornada se abría con una misa en la iglesia de San Juan de Acre, en la espléndida ciudad vieja asomada directamente al mar.
«En este domingo dedicado a la solemnidad de la Santísima Trinidad, hemos venido hasta Acre para celebrar el inicio de nuestra presencia en Tierra Santa, justo donde hace ocho siglos desembarcaron los primeros frailes menores y comenzaron la aventura de la presencia franciscana en Tierra Santa, de la que somos herederos en la actualidad». Así se expresaba el Custodio de Tierra Santa en su homilía, en la que profundizaba sobre el significado de la Trinidad. «También nuestra misión aquí, en Tierra Santa, tiene sus raíces en esta experiencia de amor trinitario – afirmaba el Custodio – De hecho, en la Carta a la Orden, San Francisco nos recuerda cuál es el sentido de nuestra vocación, nos recuerda por qué Dios nos quiere evangelizadores y misioneros: “pues para esto os ha enviado al mundo entero, para que de palabra y de obra deis testimonio de su voz y hagáis saber a todos que no hay omnipotente sino Él” (FF) »
RENOVACIÓN DE LOS VOTOS. Durante la misa, los frailes renovaron juntos sus votos como gesto simbólico. El superior de Acre, fray Simon Pietro Herro, intervenía al final de la celebración: «Hoy para nosotros es como un Pentecostés franciscano: estamos aquí todos juntos en el lugar donde llegaron los primeros hermanos. Hoy, con la renovación de nuestro sí al Señor, podemos empezar de nuevo, con fuerza, humildad, amor y energía, porque el mundo de hoy necesita verdaderos testigos franciscanos». El ambiente de gran alegría por este significativo aniversario de la fraternidad contagiaba también a los más jóvenes. Fray Andrea, todavía seminarista, comentaba: «Renovamos los votos una vez al año y hacerlo en momentos importantes como este, nos ayuda a poner de nuevo en perspectiva esta elección».
DESCUBRIENDO ACRE. Fray Quirico, el anterior superior de Acre, guiaba después a todos para descubrir la cripta bajo la iglesia, diciendo: «En 1995 llegué a Acre y en 1996 entré por primera vez aquí por una ventana bajo la iglesia. Descubrí que había espacios llenos de escombros, tanta que necesitamos doce container para retirarlos. Entonces iniciamos las obras». Varios años después, se han encontrado columnas romanas, varias cisternas y otras habitaciones, quizá construidas para reforzar la estructura.
Tras la comida, un nutrido grupo de frailes hacía una visita a la ciudad de Acre, acompañado por fray Eugenio Alliata, el arqueólogo de la Custodia. Fray Alliata mostraba un mapa antiguo de la ciudad vieja en el que estaba señalado el lugar del primer convento, hoy sustituido por una escuela. Al caminar sobre los pasos de sus hermanos de hace 800 años, los frailes de la Custodia de Tierra Santa han podido, así, reconstruir su historia.
«Los testimonios nos hablan de la llegada a Acre en 1217 de fray Elías de Cortona», decía fray Narcyz Klimas, archivero adjunto custodial y presidente del comité para las celebraciones del 800 aniversario. Fray Elías llegó en calidad de provincial a la nueva Provincia de Ultramar, creada después del capítulo de Pentecostés del mismo año, que abrió la Orden a la dimensión misionera universal. «Hoy hemos visto la posible ubicación del primer convento, que probablemente fue creado en 1239 – explicaba fray Narcyz -. En los primeros años de su presencia, los frailes quizá se establecieron en las bodegas de las grandes casas de los ricos señores, que ofrecían su hospitalidad».
CONCIERTO. Participaban en la fiesta también los niños de la Terra Santa School de Acre, con un concierto organizado en el gran salón de la escuela de la Custodia. Entre los cantos del coro y piezas instrumentales, el tema elegido era la paz, que siempre hace falta en Oriente Medio. Un tema en el que se insiste mucho en la escuela, en la que se sientan juntos niños y profesores de diversas religiones y culturas.
Tras el concierto, al finalizar la jornada de celebración especial, el autobús esperaba a los frailes para volver. Cada uno a su vida, a su propia misión. «Desde hace 800 años los frailes están en Tierra Santa y han resistido a todos los problemas durante estos siglos – afirmaba fray Narcyz antes de partir -. Así podemos celebrar ahora su permanencia, su batalla por establecerse en los santos lugares y su victoria».
Beatrice Guarrera