Se ha dado a conocer la imagen de Manuel Ruiz y sus compañeros de martirio – más conocidos como “Mártires de Damasco” – que será utilizada en la ceremonia de canonización el próximo 20 de octubre. La imagen fue encargada por la Postulación General de la Orden de Frailes Menores y ha sido realizada por el ilustrador Andrea Pucci. Una nota de la postulación acompaña a la imagen, describiéndola y explicando las elecciones iconográficas.
Unidos en torno a la Eucaristía
Los santos mártires de Damasco – ocho frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa y tres laicos maronitas – están representados como una única fraternidad reunida en torno a la Eucaristía. Los santos hermanos Massabki, efectivamente, vivían una relación de familiaridad y estrecha colaboración con los religiosos. Francesco era procurador del convento, Mooti educador en la escuela y Raffaele estaba siempre disponible para cualquier necesidad. San Manuel Ruiz, superior del convento, está situado en el centro con la estola roja y el copón con las especies eucarísticas en la mano. De hecho, de los sucesos del martirio sabemos que la noche del 9 al 10 de julio de 1860, al encontrarse en una situación de grave peligro, todos los que se hallaban presentes en el convento – frailes y laicos – se reunieron en la iglesia para rezar, confesar y recibir la Eucaristía, para encontrar en ella la fuerza para afrontar esa prueba. Al irrumpir los asesinos, San Manuel Ruiz se dirigió inmediatamente al sagrario para consumir las formas que quedaban, para que no fueran profanadas. Y precisamente en el altar cayó víctima del odium fidei.
La composición
A la derecha, junto a Ruiz, están representados San Carmelo Bolta y, de rodillas, San Pedro Soler, uno de los frailes más jóvenes de la comunidad. El primero era vicario de la comunidad y muestra la cruz de Jerusalén, símbolo de la Custodia de Tierra Santa. A la izquierda de la composición se encuentran los tres santos hermanos Massabki: San Francesco muestra el emblema del patriarcado católico maronita, San Mooti sostiene una palma, símbolo del martirio, y San Raffaele, el más joven de los tres, tiene las manos unidas en recuerdo de su amor a la oración. Por encima de estas figuras están representados los otros cinco santos mártires franciscanos. Se ha intentado atribuir a cada uno de ellos rasgos lo más cercanos posible a su fisionomía real, basándose en los retratos auténticos recibidos en la postulación o en imágenes de culto realizadas tras la beatificación y consolidadas en el imaginario popular.
Vuestros nombres están escritos en el cielo
Como enriquecimiento decorativo y casi como una letanía, están escritos en caracteres latinos los nombres de cada uno, correspondientes a las respectivas figuras. Este detalle – innecesario – pretendía ser una referencia al lienzo realizado en 1926 (año de la beatificación) por las hermanas franciscanas Misioneras de María, donde los nombres, muy pequeños gráficamente, aparecían en aureolas individuales. Para el fondo se escogió el color del cielo mientras que debajo, extraída fielmente de antiguas fotografías del siglo XIX, está reproducida la ciudad de Damasco, lugar del martirio y comunidad sobre la que los santos mártires ejercen su especial protección.
Marinella Bandini