Nápoles: el “padre” de todos los Comisariados de Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Nápoles: el “padre” de todos los Comisariados de Tierra Santa

The Franciscan Friars of the General Commissariat of Naples in 2020. From left: Br. Carlo Cecchitelli, Br. Francois Mairè, Br. Giuseppe Maria Gaffurini, the General Commissioner Br. Sergio Galdi, Br. Antonio D'aniello, Br. Francesco Manzo
The Franciscan Friars of the General Commissariat of Naples in 2020. From left: Br. Carlo Cecchitelli, Br. Francois Mairè, Br. Giuseppe Maria Gaffurini, the General Commissioner Br. Sergio Galdi, Br. Antonio D'aniello, Br. Francesco Manzo

Se definen como “puentes entre Tierra Santa y los cristianos de todo el mundo”. Los comisariados de Tierra Santa, conventos o casas franciscanas encargados de recaudar donaciones para Tierra Santa y de organizar peregrinaciones, son en la actualidad más de ochenta, repartidos en más de cuarenta países del mundo. Sin embargo, no muchos saben que el “padre” de todos los comisariados de Tierra Santa es el de Nápoles, que todavía funciona hoy, siglos después de su fundación y que es conocido como el Comisariado General de Tierra Santa.  Desde siempre considerado “el comisariado más beneficioso de Italia y el más antiguo de todos”, tiene una historia que hunde sus raíces en los albores de la Custodia de Tierra Santa.

El entonces Reino de Nápoles desempeñó un papel clave para los franciscanos de Tierra Santa: de hecho, fueron los reyes de Nápoles quienes compraron en 1333 el lugar sobre el Monte Sion que la tradición reconoce como el Cenáculo (primera sede de la Custodia) y los que pagaron los tributos de acceso al Santo Sepulcro para que los frailes franciscanos pudieran celebrar allí las liturgias sagradas. Es más, los reyes de Nápoles Roberto d’Anjou y Sancha de Mallorca se sentían soberanos de Jerusalén debido a su descendencia de Federico II, casado con Yolanda de Brienne, heredera del Reino de Jerusalén. De ahí surgió la necesidad de financiar la misión de Tierra Santa y para ello se creó la Obra Pía de Tierra Santa, conocida también como Comisariado General de Tierra Santa de Nápoles.

“Los objetivos fundamentales de este comisariado, de acuerdo con los deseos originales de los reyes de Nápoles, siempre han sido: ayudar económicamente a los franciscanos de Tierra Santa, organizar y guiar peregrinaciones de las distintas naciones a los Santos Lugares; seleccionar administradores fieles y responsables de las generosas donaciones de dinero y bienes muebles e inmuebles efectuadas por reyes, príncipes y particulares a favor de los Santos Lugares y de los frailes menores de Palestina”. Así lo afirma fray Sergio Galdi d’Aragona, actual comisario general de Tierra Santa y guardián del convento de Nápoles.

Nápoles, en aquella época, tenía una gran capacidad para recaudar fondos y había unos 40 frailes mendicantes por la Tierra Santa, llamados colectores, es decir, frailes laicos que recorrían todo el sur de Italia a pie o a lomos de un asno recogiendo donativos para la Obra Pía de Tierra Santa.  Como testimonio del trabajo incansable de los frailes, un cuadro napolitano del siglo XVIII, conservado en el Palacio Real de Nápoles, representa la misión de los colectores de Tierra Santa en el territorio. 

“Actualmente solo quedan dos colectores en el mundo y están al servicio del comisariado de Nápoles – explica fray Sergio –. Su jornada comienza temprano, a las seis de la mañana, cuando salen para visitar a los miembros de la Obra Pía de Tierra Santa.  Suelen seguir un programa semanal y avisan con tiempo a sus contactos en los países de los miembros, que les esperan “como al maná”.  En algunas realidades todavía hay una fe sincera y sentida y, por tanto, todavía hay un vínculo estrecho con la Tierra Santa”. Los colectores pueden contar también con el apoyo de algunas mujeres laicas, llamadas “celadoras”, que aún son numerosas en otras partes del mundo como en el área del comisariado de Tierra Santa en México.  “Son mujeres que tienen en el corazón la Tierra Santa y la Obra Pía de Tierra Santa y recogen donativos para Tierra Santa – continúa fray Sergio –. Hoy estamos en proceso de modernización estructural para llegar a los miembros de la Obra Pía de Tierra Santa, que en el pasado eran muchos miles”. En la actualidad el número se ha reducido mucho, pero intentamos fomentar las nuevas inscripciones a través de un boletín, el sitio web y la página de Facebook.

“Desde que llegué en 2016, me he dedicado a impulsar lo que hoy es el Comisariado de Tierra Santa del sur de Italia, he promovido eventos culturales y convenios y he tratado también de sensibilizar a los obispos del sur de Italia sobre la Colecta del Viernes Santo (a favor de Tierra Santa). Me parece que esta labor de sensibilización ha dado sus primeros frutos, ya que la Colecta del Viernes Santo se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años”. El comisariado de Nápoles, por tanto, tiene tres fuentes de suministro económico para financiar a Tierra Santa: una es la Colecta del Viernes Santo, después están los ingresos que consiguen los dos colectores de Tierra Santa y, finalmente, hace poco se ha añadido también el contacto por carta o a través de las redes sociales, dirigido a todos aquellos a los que no pueden alcanzar los colectores.

“La pandemia del Covid-19 ha tenido un fuerte impacto en nuestra misión, pensando principalmente en las peregrinaciones, muchas de las cuales estaban guiadas por el vice comisario fray Giuseppe Gaffurini, y que ahora ya no se pueden organizar – afirma el comisario de Nápoles. La crisis económica provocada por la pandemia ha perjudicado también a los artesanos locales de Tierra Santa, como los que trabajan la madera de olivo.  Por eso, hemos encargado varios objetos a través de nuestros contactos, para ofrecer artículos devocionales procedentes de la Tierra de la encarnación, a los inscritos en la Obra Pía de Tierra Santa”.

Originario de Salerno, fray Sergio Galdi d’Aragona es franciscano y pertenece a la Custodia de Tierra Santa, que se ocupa de su formación desde 2005. En el pasado, también sirvió como Secretario de Tierra Santa (2013-2016), antes de ser nombrado comisario general de Tierra Santa, con sede en Nápoles (Italia) y, también en 2016, presidente de la Conferencia de Comisarios de Lengua itálica, a la que pertenecen Italia y algunos países eslavos. En la sesión del 20 de marzo de 2019 el Definitorio general lo eligió Secretario para el Capítulo general de 2021.

“Cuando era Secretario de Tierra Santa, estaba en el corazón de la Custodia y entré totalmente en contacto con los problemas de la Custodia. Aquí tengo una perspectiva diferente – afirma fray Sergio –. Fue un cambio de destino feliz porque soy de Salerno y significaba volver a casa, a una ciudad que amo profundamente. Me sentí inmerso en un río de historia, una historia que necesitaba ser revisitada y revisada.  Hoy ya no podemos mirar hacia el futuro solo con las donaciones de los colectores. Yo he recibido esta noble herencia del Comisariado de Nápoles y, junto con los frailes y los colaboradores, la estamos transformando. Queremos conservar las tradiciones, pero darles nuevas formas y nuevo impulso, para proyectar el Comisariado General de Nápoles hacia el futuro y – conjuntamente con la misión de los colectores – estudiar, inventar y aplicar las nuevas técnicas de captación de fondos para apoyar el trabajo de la Custodia de Tierra Santa”.



 

Beatrice Guarrera