Fr. NOOR TAMAS, ofm
Seminarista Custodia de Tierra Santa
“Quiero hablaros de una esperanza. Una esperanza viva.”
Palabras fuertes, las de Fr. Noor, seminarista de la Custodia de Tierra Santa, que resuenan como rocas en el polvo de su ciudad, Qaraqosh, conocida también como Baghdida, en Iraq. Ciudad cristiana, la más importante de la llanura de Nínive, donde hoy, tras años de guerra, de los más de 60.000 habitantes, han vuelto menos de la mitad.
Enclave del cristianismo, una de las comunidades más antiguas del mundo que creció históricamente en Mesopotamia, en verano de 2014 fue aniquilada por el Estado Islámico. Tres años después de su liberación, Fr. Noor nos han llevado a su país.
Fr. NOOR TAMAS, ofm
Seminarista Custodia de Tierra Santa
“Era la noche del 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor, cuando tuvimos que escapar de esta casa. No quedó nadie en la ciudad, estaba toda vacía. Comenzamos a oír el sonido de los bombardeos del ejército iraquí contra los yihadistas del ISIS.”
Durante la ocupación, casi toda la ciudad fue destruida: Las llamas engulleron casas, iglesias; las estatuas de Cristo rotas y arrojadas al polvo.
“No he encontrado ningún recuerdo —nos dice Fr. Noor— vinculado a mi historia y a mi vida. Todas las fotos, todos los recuerdos de la familia fueron quemados. Había el deseo de borrar una historia. Quedarnos como si no tuviéramos identidad —añade— sin ningún recuerdo de los primeros cinco años de vida; nada del pasado que ayude a recordar.”
Fr. NOOR TAMAS, ofm
Seminarista Custodia de Tierra Santa
Esta casa, como tantas otras, está a la espera de ser reconstruida. Todos tienen miedo: miedo de la guerra de nuevo, miedo de ser perseguidos, miedo de tener que escapar de nuevo... Por lo que la mitad del pueblo, de la gente se ha ido, al extranjero.”
Volver a vivir después del ISIS, después del horror, después de haber visto a familiares y amigos escapar... es posible. Los cristianos iraquíes, como nos explica Fr. Noor, han decidido, con coraje, volver, a pesar del dolor y la tristeza, y las heridas de una ciudad destruida.
Fr. NOOR TAMAS, ofm
Seminarista Custodia de Tierra Santa
“Estamos ante la iglesia de la Resurrección, la última iglesia construida en Qaraqosh destruida totalmente por los bombardeos. Podemos ver hasta qué punto esta guerra nos ha golpeado, hasta qué punto ha entrado en nuestra vida. No podremos olvidar nunca lo que ha sucedido, pero desde aquí podemos construir un nuevo futuro.”
Nos reunimos con Fr. Noor a su regreso de vacaciones, aquí en Tierra Santa. Su tierra en las retina, y en el corazón las palabras del Evangelio de San Mateo: “Os entregarán al suplicio y os matarán, y por mi causa os odiarán todos los pueblos. Entonces muchos se escandalizarán y se traicionarán mutuamente, y se odiarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente, y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría; pero el que persevere hasta el final se salvará.” (Mt 24, 9-13)
Fr. NOOR TAMAS, ofm
Seminarista Custodia de Tierra Santa
“Soy contrario al hecho de que los cristianos dejen el país... Yo lo he hecho por la llamada del Señor, pero estoy muy vinculado a mi país, estoy vinculado a la tierra porque el Señor me ha llevado allí, nací allí. Buscar siempre la esperanza en el trabajo, en una nueva vida, en volver a empezar, en reconstruir. Es vuestra misión estar aquí, es vuestra misión dar este testimonio, que a pesar de la persecución, nos quedamos por Cristo Nuestro Señor.”