Vuelve la semana de oración por la unidad de los cristianos a Jerusalén | Custodia Terrae Sanctae

Vuelve la semana de oración por la unidad de los cristianos a Jerusalén

Tras el parón de 2021 debido a la pandemia, las comunidades cristianas de Tierra Santa han vuelto a rezar juntas en las iglesias de Jerusalén, con motivo de la semana de oración por la unidad de los cristianos 2022. También este año, la importante cita que reúne a las tres confesiones cristianas presentes en Tierra Santa, tuvo lugar unos días después de la fecha oficial, para permitir a los armenios celebrar la Epifanía.

“Hemos visto la estrella en Oriente y venimos a adorarlo” (Mateo 2, 2) es el lema elegido para este año. Los Magos son, de hecho, un símbolo de la diversidad de pueblos que comparten el mismo deseo de ver y adorar a Jesús.

Desde Oriente Medio, donde la Palabra de Dios echó raíces y dio fruto, y de donde partieron los apóstoles para predicar el Evangelio hasta los confines de la tierra, las Iglesias de Oriente Medio han querido enviar un mensaje de unidad, a pesar de las dificultades del momento actual, debido a la pandemia todavía en curso, y a pesar del clima helado y nevado, que redujeron la asistencia a las celebraciones.

La semana de oración por la unidad de los cristianos comenzó el sábado 22 de enero, con la invitación de la comunidad greco-ortodoxa a asistir a las Completas en la basílica del Santo Sepulcro, en el altar del Calvario.  El domingo 23 de enero, en la catedral anglicana de San Jorge, fue la comunidad anglicana la que recibió a los cristianos de Jerusalén para la oración ecuménica, mientras que el martes 25 de enero fue el turno de los luteranos en la iglesia del Redentor.

Los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa acogieron a los fieles el miércoles 26 de enero en la parroquia latina de San Salvador, cerca de la Puerta Nueva. El día siguiente, la oración por la unidad de los cristianos se llevó a cabo en la sala del Cenáculo en el Monte Sion, dirigida por los monjes del monasterio de la Dormición de María.

El viernes 28 de enero la reunión será en la iglesia de San Marcos, sirio-ortodoxa, cerca de la Puerta de Jaffa, y el sábado 29 de enero en la iglesia escocesa de San Andrés. La semana de oración por la unidad de los cristianos concluirá el domingo 30 de enero en la iglesia greco-católica de la Anunciación, en la ciudad vieja de Jerusalén.

“Aquí, en Tierra Santa, experimentamos el ecumenismo en la vida cotidiana – dijo fray Amjad Sabbara, fraile franciscano y párroco de la iglesia de San Salvador –. Entre nuestras familias, a menudo tenemos católicos, greco-ortodoxos, armenios, maronitas, luteranos, y vivimos juntos como cristianos.  Esto es posible porque, a pesar de las diferencias, tenemos algo en común: Jesucristo”.  Según el párroco, que presidió la oración ecuménica del miércoles 26 de enero, la experiencia de los Reyes Magos que se pusieron en camino, siguiendo la estrella, es el ejemplo a seguir para aprender otro lenguaje, el del amor y la comprensión.  “Tenemos historias diferentes, distintos obstáculos a lo largo del camino, pero también los reyes magos que seguían la estrella cambiaron su ruta: de igual modo, también nosotros debemos cambiar la forma en que nos miramos unos a otros, debemos cambiar la forma en que nos comprendemos mutuamente”, afirmó fray Amjad Sabbara.

“El ecumenismo no es mirarse unos a otros, sino mirar juntos en la misma dirección”, dijo el padre Nikodemus Schnabel, vicario patriarcal para la pastoral de migrantes y refugiados en Tierra Santa, que el 27 de enero presidió la oración en la sala del Cenáculo.  En el diálogo ecuménico es importante preguntarse si como cristianos reflejamos realmente la luz de Jesucristo. Él es la Verdadera Luz. “Aquí en Jerusalén, donde tenemos fechas distintas para celebrar la Pascua, sin embargo tenemos la misma fe en la Pascua, no importa a qué denominación cristiana pertenezcamos – afirmó el padre Nicodemus –. Esta fe común es más importante que nuestras diferencias”. De hecho, lo que une a los distintos cristianos, el fundamento de la profesión de fe, es que existe la verdadera luz, la alegría, un plan para cada uno de nosotros. “Como dijo Benedicto XVI: hay muchas maneras de llegar a Dios. Ante esta diversidad, por tanto, debemos mantenernos en el camino, orientados hacia la Verdadera Luz”.

 

Beatrice Guarrera