Con alegría y temor,Chipre espera la visita del papa Francisco, programada del 2 al 4 de diciembre. Fray Jerzy Kraj, vicario patriarcal en Chipre desde 2013 y guardián del convento franciscano de Santa Cruz en Nicosia, explica los preparativos de las últimas semanas para recibir lo mejor posible al Santo Padre.
“Después de una primerareunión preparatoria de la visita, fui nombrado coordinador de la visita papal a Chipre, pero el viaje aún no era seguro – explica fray Jerzy, originario de Polonia y al servicio de la Iglesia de Tierra Santa desde hace décadas –. Cuando recibimos la confirmación oficial, la anunciamos con sorpresa y temor en las parroquias y las comunidades. Para organizar la visita, nos involucramos en la logística y nuestros voluntariossolo estaban disponibleslos domingos, porque trabajan durante la semana. Pero lo logramos”.
Además de los actos oficiales con las autoridades chipriotas, el papa Francisco se reunirá el 2 de diciembre con religiosos, asociaciones y movimientos eclesiales de Chipre en la catedral maronita de Nuestra Señora de la Gracia en Nicosia. Al día siguiente, en cambio, celebrará una misa para los fieles locales en el “GSP Stadium” de Nicosia, mientras que la tarde del 3 de diciembre presidirá una oración ecuménica con los migrantes en la iglesia parroquial de Santa Cruz en Nicosia.
“Para seguir la misa del Papa, el Ministerio de Turismo ha puesto a disposición ocho autobuses interurbanos desde Lárnaca, Limasol y Pafos, además de ofrecer a los peregrinos la posibilidad de utilizar gratuitamente el servicio de transporte público internode Nicosia”, continúa fray Jerzy. Además, las personas que quieran asistir a la misa del Papa, podrán solicitar un día libre a sus empleadores, según lo que han decidido las autoridades chipriotas.
La participación de los fieles en la misa con el Papa, según el fraile franciscano, será numerosa. “Temíamos que no hubiera bastante gente; en cambio, desde la semana pasada ya habían hecho su reserva para la misa cuatro mil personas. Hemos distribuido las entradas y un pequeño kit de bienvenida que contiene una banderita chipriota y una vaticana, un sombrero, un llavero, un pañuelo con el logo y otros símbolos de la visita”.
Fray Jerzy Kraj habla de los sentimientos con los que recibirá al Santo Padre: “Estoy contento: me siento cansado por la organización, pero feliz de ser parte de este gran evento. El sentimiento de sorpresa nos acompaña de principio a fin, junto con la alegría de poder tener entre nosotros al Papa. Aunque no hemos tenido mucho tiempo para preparar a nuestropueblo, sentimos el desafío de ver fructificar el mensaje del Papa. La palabra del Papa será como una semilla que dará fruto en nuestras comunidades, nuestros fieles y en nosotros mismos”.
El convento franciscano donde se alojará el papa Francisco
Del 2 al 4 de diciembre el Papa se alojará en el convento franciscanos de Santa Cruz en Nicosia, que tambiénes la sede de la Nunciatura Apostólica. “Dormirá en una habitación distinta de la que ocupó el papa Benedicto XVI cuando visitó el país en 2010. Para evitar que el Santo Padre tenga que subir escaleras, le hemos preparado una habitación en la planta baja”, explica el fraile franciscano.
El convento albergará también al Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, como representante de la comunidad franciscana, además de al nuncio apostólico en Chipre, monseñor Adolfo Tito Yllana y los miembros de la delegación apostólica.
“La habitación del Papa se asoma a una ventana desde la que se ve el pequeño huerto del convento y también el muro de separación con la parte turca – revela fray Jerzy –. Es un símbolo de sufrimiento. El Papa viene a expresar cercanía hacia la población de la única capital europea que aún está dividida en dos partes”.
El Santo Padre, por tanto, dormirá en la frontera entre la República Democrática de Chipre y la autoproclamada República Turca de Chipre del Norte.
La presencia franciscana en Chipre
Hoy, los católicos de Chipre son aproximadamente 3000 maronitas y 26000 latinos, de los cuales solo 2500 son locales, mientras que el resto son trabajadores migrantes. De ellos se ocupa el clero local, representado en su mayoría por los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. De hecho, la presencia franciscana en Chipre se remonta a 1217-1218, desde la época del fundador de la Orden, San Francisco de Asís.
Tras la caída del Reino Latino de Jerusalén en 1291 (caída de Tolemaida San Juan de Acre), los frailes tuvieron que refugiarse en Chipre durante un tiempo y desde allí llegar por barco a Tierra Santa, hasta el momento en que fue posible volver de nuevo a vivir permanentemente en Jerusalén,hacia 1320.
Chipre está bajo la jurisdicción del Patriarca Latino de Jerusalén desde 1847 y actualmente tiene cuatro parroquias latinas. Las de Nicosia, Lárnaca y Limasol están confiadas a la Custodia de Tierra Santa, mientras que la de Pafos, erigida por el patriarca emérito Michel Sabbah en 1992, está encargada a un sacerdote del clero patriarcal.
En la parte turca situada al norte de Chipre, cada domingo los frailes franciscanos van a Famagusta, a Nicosia norte y a Kyrenia para celebrar la misa para los estudiantes extranjeros (mayoritariamente nigerianos).
Entre las actividades sociales, la Custodia cuenta también con un centro de mayores en Lárnaca (gestionado por las Hermanas Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón) y con la escuela de Tierra Santa de Nicosia, con 648 alumnos, desde infantil a secundaria.
Beatrice Guarrera
