Lugar de encuentro hoy como ayer: el santuario de Betfagé en el Monte de los Olivos

Lugar de encuentro hoy como ayer: el santuario de Betfagé en el Monte de los Olivos

El santuario de Betfagé, restaurado en su forma actual en 1954, se alza en la ladera oriental del Monte de los Olivos. Encrucijada de tres caminos que llevan a Jerusalén, Jericó y Betania, aquí se conmemora el encuentro de Jesús con Marta y María antes de resucitar a Lázaro y la entrada de Jesús en Jerusalén, entre la alegría de los discípulos y la multitud que lo aclamaba.

Fray Silvio de la Fuente, discreto de Tierra Santa para la lengua española, es el superior del Convento de las Palmas de Betfagé desde hace tres años: incluso en este tiempo difícil, y a pesar de la falta de peregrinos, esta pequeña comunidad permanece fiel a su misión de custodiar los lugares que recuerdan la vida terrenal de Jesús y, al mismo tiempo, se convierte en lugar de encuentro y fraternidad.

Memoria del encuentro

«La vocación de este lugar es el encuentro – reitera fray Silvio –. En el santuario, que se encuentra justo en el cruce de importantes vías de comunicación entre Jerusalén, el desierto y el antiguo camino a Betania, se recuerda el encuentro de Jesús con Marta y María, las amigas de Jesús, que debían vivir en esta zona: de hecho, la aldea de Betania, donde se sitúa la tumba y el episodio de la resurrección de Lázaro, se encuentra a menos de un kilómetro de distancia».

«Esta iglesia contiene aún hoy la piedra que ya desde época bizantina señalaba el recuerdo de este encuentro – explica fray Silvio ilustrando la piedra –. Se trata de una roca que después los cruzados cuadraron y pintaron. La piedra, cuya memoria se había perdido, al igual que la posterior iglesia de época cruzada, fue reencontrada por casualidad por un campesino y así fue como en 1871 los franciscanos adquirieron la propiedad y construyeron allí una nueva iglesia. En la piedra se puede ver, en el lado sur de la roca – hacia Betania – a Marta, María y Lázaro resucitado».

La procesión del Domingo de Ramos

«Siempre en esta iglesia se superpone el recuerdo del Domingo de Ramos: en los evangelios se habla de Betfagé a propósito de la entrada de Jesús en Jerusalén, y la tradición de la procesión es muy antigua, como atestigua la peregrina Egeria ya en el siglo IV.  Por eso en la piedra también se pueden ver imágenes de la multitud con palmas en las manos y, de nuevo, el asno y su pollino desatados de sus ataduras ante la mirada de los habitantes de la aldea».

La vida en el santuario en la actualidad

«Hoy, a pesar del conflicto que impide la llegada de peregrinos y que hace que el ambiente sea más inquietante y las relaciones más tensas, seguimos representando un punto de encuentro imprescindible. La presencia de la iglesia y de la comunidad cristiana, de unas 400 personas, es importante en este distrito, donde siempre hemos tratado de mantener una convivencia buena y pacífica con la comunidad musulmana.

Nuestra cafetería abre todas las tardes y permite que las personas se encuentren, que los niños jueguen, que los adolescentes tengan un lugar seguro para reunirse: quien quiera, puede rezar el rosario que rezamos todos los martes, jueves y sábado a las 17:00.  En este periodo hemos comprado nuevo equipamiento para los campos de futbol y de baloncesto. Nuestro salón siempre está disponible para ocasiones sociales de nuestros feligreses y aquí las mujeres asisten semanalmente a reuniones porque les estamos dando la oportunidad de ayudarlas a iniciar pequeños negocios.  Miramos hacia adelante y, con confianza, intentamos dar esperanza manteniéndonos siempre como un punto de referencia para nuestro pueblo».

S. Giuliano