El Capítulo Custodial, iniciado la tarde del 3 de junio, ha llegado a su conclusión. La jornada de hoy se ha concentrado alrededor de tres momentos fundamentales. El primero ha sido la visita del Mons. Sabbah, Patriarca de Jerusalén, y de su coadjutor Mons. Twal.
Después del saludo del Padre Custodio, Mons. Sabbah ha dirigido a la asamblea un denso y articulado discurso. Ha exprimido la gratitud de la Iglesia local, hacia los frailes, por custodiar los Lugares Santos y por el servicio pastoral llevado a cabo. Ha subrayado también la relación existente entre los Lugares Santos y la Diócesis. El Patriarca se ha interrogado sobre la necesidad pastoral de la Iglesia local y sobre el mejor modo de afrontar las necesidades reales de la gente. Nuestros territorios están marcados por una durísima situación de conflictos y sufrimientos. La Iglesia, en todas sus componentes, esta llamada a desarrollar una actividad pacificadora, que puede ser fruto únicamente de una evangelización renovada. Nos toca a nosotros ayudar al pueblo en este camino de reconciliación. Seguidamente, Mons. Sabbah ha hecho una detallada reflexión sobre el iter de formación sacerdotal, indicando vías concretas de pastoral y de espiritualidad sacerdotal.
Un segundo momento importante de la jornada, ha sido la aprobación, por parte del Capítulo, de las deliberaciones y de los dictámenes finales. Las distintas propuestas, concerniente la vida de fe, la fraternidad y la misión, han sido aprobados casi siempre al unanimidad, evidenciando un orientación común a todos los capitulares. La aprobación de cada artículo ha sido precedida por un debatito de la asamblea, que ha permitido de redefinir y también modificar los textos predispuestos por la Comisión Capitular. De éstas indicaciones, y de la aplicación real, dependerá el camino futuro de la Custodia. La tarde se ha concluido con la celebración de las vísperas, en la Iglesia de Santa Catalina. El Custodio ha dirigido el mensaje conclusivo del Capítulo Custodial.
Después del saludo del Padre Custodio, Mons. Sabbah ha dirigido a la asamblea un denso y articulado discurso. Ha exprimido la gratitud de la Iglesia local, hacia los frailes, por custodiar los Lugares Santos y por el servicio pastoral llevado a cabo. Ha subrayado también la relación existente entre los Lugares Santos y la Diócesis. El Patriarca se ha interrogado sobre la necesidad pastoral de la Iglesia local y sobre el mejor modo de afrontar las necesidades reales de la gente. Nuestros territorios están marcados por una durísima situación de conflictos y sufrimientos. La Iglesia, en todas sus componentes, esta llamada a desarrollar una actividad pacificadora, que puede ser fruto únicamente de una evangelización renovada. Nos toca a nosotros ayudar al pueblo en este camino de reconciliación. Seguidamente, Mons. Sabbah ha hecho una detallada reflexión sobre el iter de formación sacerdotal, indicando vías concretas de pastoral y de espiritualidad sacerdotal.
Un segundo momento importante de la jornada, ha sido la aprobación, por parte del Capítulo, de las deliberaciones y de los dictámenes finales. Las distintas propuestas, concerniente la vida de fe, la fraternidad y la misión, han sido aprobados casi siempre al unanimidad, evidenciando un orientación común a todos los capitulares. La aprobación de cada artículo ha sido precedida por un debatito de la asamblea, que ha permitido de redefinir y también modificar los textos predispuestos por la Comisión Capitular. De éstas indicaciones, y de la aplicación real, dependerá el camino futuro de la Custodia. La tarde se ha concluido con la celebración de las vísperas, en la Iglesia de Santa Catalina. El Custodio ha dirigido el mensaje conclusivo del Capítulo Custodial.