2006: Ingreso solemne de Su Beatitud Mons. Sabbah en Belén | Custodia Terrae Sanctae

2006: Ingreso solemne de Su Beatitud Mons. Sabbah en Belén

Es una inteligente mezcla entre las obligaciones del status quo, el dulce delirio del folclore y el auténtico respeto por una autoridad religiosa reconocida por todos, cualquiera que sea su confesión y su religión: la entrada del Patriarca latino Monseñor Michel Sabbah reúne el 200% de la receta de la alegría de la Navidad en Belén.

Este año, el sol hacía olvidar el frío. El cortejo partió casi en hora desde Jerusalén, pero no ha seguido el tiempo previsto… Acompañado de la comunidad parroquial de Jerusalén hasta los límites del municipio, Mons. Sabbah fue recibido en el monasterio de San Elías de una importante delegación de cristianos de Beit Sahour, Beit Jala y Belén. La caravana de vehículos era tan imponente que, mientras el automóvil del Patriarca estaba aún en San Elías, los primeros automóviles ya habían dejado el sector de la tumba de Raquel, por donde no están autorizados a pasar más que tres veces al año, con ocasión de los ingresos solemnes (de los que dos son reservados al Custodio de Tierra Santa: el 25 de noviembre y el 5 de enero). Los periodistas han aprovechado para entrevistarlo, pero no han debido quedar saciados de declaraciones porque incluso han vuelto a entrevistar a Su Beatitud delante de la tumba de Raquel. El sitio es un enclave israelí en el territorio de Belén. Su construcción ha provocado incidentes con la población vecina al lugar. El cortejo se ha puesto de nuevo en camino para continuar por la carretera a velocidad humana hacia el lugar de la Natividad. Han sido precisas dos horas para recorrer los 5 kilómetros que hay entre San Elías y el lugar donde le esperaban. Después, el baño de multitudes, el saludo de las autoridades locales, el recibimiento por los dignatarios de las otras confesiones y, al fin, después de entrar en la Basílica de Santa Catalina al son del Te Deum, el canto de las primeras vísperas. Esta entrada marca para la ciudad el comienzo de las fiestas, y todos, más adelante, volverán a reunirse para celebrar la noche de Navidad.

MAB