Al servicio de la «perla de las misiones de la Orden»: apertura del III.er Congreso Internacional de Comisarios de Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Al servicio de la «perla de las misiones de la Orden»: apertura del III.er Congreso Internacional de Comisarios de Tierra Santa

Convento de San Salvador, Jerusalén. 30 de enero de 2012

En la mañana del lunes 30 de enero ha comenzado el III.er Congreso Internacional de comisarios de Tierra Santa que, preparado con esmero por numerosas personas que se han empleado a fondo en la organización de este evento extraordinario, ha reunido a más de 110 participantes, procedentes de todo el mundo, entre comisarios y vicecomisarios de 44 países distintos. Junto a ellos están el Ministro General de la Orden, fray José Rodríguez Carballo, que estará presente durante todo el Congreso, la Curia general, el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, la Comisión económica, la Curia custodial, expertos, colaboradores, traductores, secretarios, fotógrafos y periodistas.

La jornada se abrió con la celebración eucarística en la iglesia parroquial de San Salvador, presidida por el Ministro General. En su homilía, partiendo de la liturgia de la fiesta de la Transfiguración propuesta por el Congreso, fray José –que fue ordenado sacerdote en Tierra Santa y celebró en la Basílica del Santo Sepulcro su primera misa- ha puesto el acento en la especial vocación a que están llamados, desde hace más de ochocientos años, los franciscanos que trabajan en la Tierra Santa, la perla de las misiones de la Orden. Historia de esfuerzos y sufrimiento, pero de extraordinario valor porque estos frailes son, en nombre de la Iglesia católica y de la Orden, los custodios de los Santos Lugares y custodios y animadores de las «piedras vivas» de la Iglesia madre de Jerusalén. Los comisarios de Tierra Santa ofrecen su preciosa contribución para la consecución de los fines pastorales, sociales y educativos de la Custodia. Como los apóstoles, llamados por Jesús para contemplar la maravilla de la transfiguración del Señor y anunciar a los hermanos cuanto habían visto y experimentado, así los cristianos, y sobre todo los franciscanos de la Custodia, deben subir la montaña –ser peregrinos en camino que se dirigen a Dios y alzan su voz profética al mundo-, escuchar –pegarse a Jesús, Hijo predilecto y Palabra definitiva del Padre, y permanecer siempre en comunión con Él-, testimoniar –hablar a los hermanos del encuentro con Jesús en la tierra en la que Él vivió y acompañarles, subiendo la montaña y escuchando la Palabra, al encuentro personal con Él. Este es el desafío, la vocación y la misión: no ser simplemente maestros sino testigos por medio de los cuales los peregrinos y todos aquellos que llegan a la Tierra Santa puedan tener la posibilidad de descubrir y acoger la gracia de estos Santos Lugares.

Una vez terminada la celebración han comenzado los trabajos del Congreso en la Sala de la Inmaculada, en el convento de San Salvador, donde, tras una breve introducción, fray Giorgio Vigna, responsable de la recién creada Oficina de Enlace de los Comisarios de Tierra Santa, ha dado a los participantes algunas informaciones importantes con vistas a la organización de los trabajos y al programa de estos días. El Ministro General ha tomado de nuevo la palabra para examinar en profundidad la misión de los franciscanos en Tierra Santa y la relación privilegiada que debe unir a los comisarios con la Custodia. En esta tierra, tan amada por san Francisco –a la que en tres ocasiones intentó llegar pero que solo alcanzó en 1219-, «la Providencia ha querido –como dijo el papa Pablo VI- que, junto a los hermanos de las Iglesias orientales, por la cristiandad de occidente fueran, sobre todo, los frailes de Francisco de Asís, santo de la pobreza, de la humildad y de la paz, los que interpretasen el deseo cristiano de custodiar los lugares en los que se hunden nuestras raíces espirituales».

Los comisarios de Tierra Santa, «embajadores» de la Custodia en el mundo, inauguran en esta jornada el III.er Congreso Internacional, que se celebra a 6 años de distancia del anterior, según lo dispuesto por el Discretorio custodial, y que será testigo del esfuerzo conjunto de los participantes en la elaboración de un vademécum para los comisarios, prestando especial atención a la identidad de los comisarios en relación con las provincias de la Orden y la Custodia, así como su misión, para que sirva de orientación y línea de acción en este precioso servicio que los comisarios prestan a la Tierra Santa. El Congreso Internacional debe ser también una ocasión propicia para el conocimiento recíproco entre los comisarios y entre estos y los frailes de la Custodia y para acrecentar el conocimiento, el interés y la devoción a los Santos Lugares. Porque «los Santos Lugares necesitan de cuidado, y por tanto tienen necesidad de ayuda económica; tienen necesidad, sobre todo, de hermanos sacerdotes y laicos; tienen necesidad de frailes enamorados de Cristo y de su Tierra; tienen necesidad de pasión evangelizadora, de atención a los peregrinos, de esa sensibilidad especial hacia las criaturas y la creación que llevamos como franciscanos. Tienen necesidad de frailes que amen a los cristianos locales con el mismo amor que Francisco reservaba a la gente pobre, humilde y despreciada de su tiempo; tienen necesidad de frailes que amen esta Tierra {santificada por la vida terrena del Hijo de Dios y de su Madre pobre y venerada por san Francisco, y allí, de modo especial, sean testigos del Evangelio de Jesucristo y de su reino de paz».}
Consciente por tanto de la amplitud e importancia del campo de acción que todavía hoy abarcan los franciscanos de Tierra Santa, fray José Carballo ha concluido su intervención con algunos interrogantes respecto a la identidad y el trabajo de los comisarios y a sus relaciones con la Custodia de Tierra Santa y con las respectivas provincias, introduciendo así una posterior reflexión que será motivo de profundización en el curso de esta jornada de estudio y de debate en el aula.

En este punto, ha sido el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, quien ha dirigido su saludo a los miembros participantes en el Congreso y ha centrado la atención en el sentido de esta reunión y lo que se espera de los resultados del trabajo colegial de toda esta semana. El custodio ha inaugurado posteriormente la reflexión sobre el primero de los tres temas principales sobre los que se vertebra todo el Congreso: {Los comisarios y su relación con la Custodia, la provincia y las diócesis}. En su exposición, fray Pierbattista ha subrayado con claridad los puntos fuertes, los aspectos más críticos y las necesidades esenciales que configuran la relación de los comisarios con sus respectivas provincias, las responsabilidades de los comisarios en la promoción de vocaciones para la Tierra Santa, en la organización y animación de peregrinaciones, en la mejora de su conocimiento de la Custodia, en el favorecimiento de las relaciones con los obispos y con las iglesias locales, en la revalorización de las competencias en el campo de la comunicación y el diálogo con todas las figuras y realidades directa e indirectamente vinculadas con la Tierra Santa. Antes de concluir su exposición, fray Pierbattista ha tratado algunas cuestiones prácticas, concretas, que a menudo son fuente de tensiones y dificultades y para cuya resolución y contenido el vademécum y la Comisión Jurídica de la Custodia y de la Orden deberán prestar especial atención.
A continuación ha sido fray Dobromir J. Jasztal, profesor de derecho canónico, quien ha examinado en su exposición el tema de la relación de los comisarios con la Custodia, con la provincia religiosa y con las diócesis desde el punto de vista jurídico.

Por la tarde, tras el almuerzo en el convento de San Salvador, ha comenzado el trabajo de los grupos lingüísticos, que han profundizado y discutido las ideas presentadas por los expertos en la primera parte de la jornada con el objetivo de encontrar soluciones y estrategias de acción adecuadas y en vista a la elaboración del vademécum y del documento conclusivo de los trabajos. La jornada ha concluido con la celebración de la oración de vísperas en la iglesia de San Salvador, presidida por fray Jeremy Harrington, comisario de Tierra Santa en los Estados Unidos.

Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de Miriam Mezzera


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