Beatificación de Abuna Yaaqub, franciscano capuchino | Custodia Terrae Sanctae

Beatificación de Abuna Yaaqub, franciscano capuchino

22 de junio. En Beirut ha sido beatificado Abuna Yaaqub, ofm cap. Para tomar parte en esta fiesta, vinieron al convento de San José fra Romualdo, del Memorial Saint Paul de Damasco, fra Firas Lutfi de Alepo y fra Najib Ibrahim de Jerusalén.

La tarde de la vigilia dimos una vuelta por la Plaza de los Mártires donde se llevaban a cabo los preparativos: los jóvenes de la Cruz Roja estaban montando algunas tiendas. Nos sentamos delante del escenario sobre el que se había preparado un gran altar, el trono para el cardenal y las sillas para los prelados católicos y ortodoxos invitados a la ceremonia. La coral estaba ensayando los cantos de la celebración, en árabe y en francés. La gente pasaba y, por curiosidad, se paraba un momento para mirar, como nosotros, todos estos preparativos.

El domingo 22, a las 9 horas, nos acercamos a pie a la Plaza de los Mártires. Mucha gente, ya desde la madrugada temprano, desfilaba bajo nuestro convento donde el ejército había montado un puesto de control. Las calles estaban vacías de automóviles. Vistiendo camisa, estola y gorra, con la foto de abuna Yaaqub seguimos adelante, pasando por numerosos puestos de control.

Algunas impresiones sobre la ceremonia de la beatificación:

- Encuentro extraño que la ceremonia se desarrolle en una zona que divide las dos partes de la ciudad, teatro de operaciones, hace casi un mes, de violentos combates que acabaron providencialmente el 22 de mayo con la firma del acuerdo que puso fin a la lucha armada. Los contendientes liberaron esta plaza que ocupaban desde hacía un año y medio. Después, fue elegido casi por unanimidad el nuevo presidente del Líbano. Ahora en esta plaza la gente circula sin temor. Curiosa transformación que el obispo Bshara Ra’i atribuye a la intervención de Abuna Yaaqub, justo un mes antes de su beatificación.

- La celebración se desenvuelve en un clima de oración. La multitud de gente que llena la plaza sigue la ceremonia con devoción. El cardenal José Martínez celebra la misa en rito latino, en lengua francesa. Las lecturas se hacen en árabe. La coral acompaña la ceremonia con cantos polifónicos en latín, francés y árabe. El obipso Mons. Paul Dahdah, del vicariato apostólico latino en Líbano, presenta la solicitud de beatificación al cardenal Martínez… Sigue la lectura de la biografía del Venerable, realizada por su hermano de orden, Selim Rizqalla, vice postulador de la causa.

- Un largo aplauso deja ver la alegría de la multitud cuando el cardenal declara, en nombre del Papa, que el Venerable Abuna Yaaqub está inscrito en la lista de Beatos y que su fiesta se celebrará el 26 de junio.

- El Evangelio lo proclama el Patriarca maronita, cardenal Nasrallah Sfeir, que en su homilía dice: “El Beato refleja el auténtico rostro del Líbano, tierra de acogida y de pacífica convivencia tras las distintas partes de la población. Que, con la intercesión del nuevo Beato y de todos los santos del Líbano, esta tierra vuelva a ser un modelo de convivencia pacífica”.

- Entre los invitados en primera fila se aprecia al Presidente de la República, el maronita Michel Soleiman, el Presidente de la Cámara de los Diputados, el chií Nabih Berry, y el primer ministro sunní, Fouad Seniora. Claramente esas palabras se dirigían también a ellos, además de al pueblo libanés en sus varias facciones.

La misa continuó con la presentación de las ofrendas que representaban el vasto campo de actividad de la caridad de Abuna Yaaqub: dos niños de la primera comunión, un minusválido, enfermeros, médicos, un sobrino del Beato con el árbol genealógico de la familia, el alcalde de Ghazir, de la misma familia que el Beato, una monja anciana con la regla escrita por Abuna Yaaqub, himnos y cantos escritos por Abuna Yaaqub, el escudo de los Menores Capuchinos, presentado por fra Fadi Sarkis, el escudo del TOS que el Beato instituyó y difundió en el Líbano. Por fin, la Madre General, sor Marie Makhlouf, presenta una cruz con la reliquia del Beato.

Al final de la misa, el Ministro General de los frailes capuchinos y la Madre General, tuvieron dos alocuciones en las que trazaron la vocación tanto de los frailes capuchinos en Oriente Medio, como la de las Hermanas Franciscanas de la Cruz, que comprende el servicio a la gente más necesitada de ayuda. Después, y muchas veces, se recordó la vocación del Líbano a la convivencia pacífica, y a los mártires que en esta plaza murieron por el Líbano. El cardenal José Martínez, en nombre del Papa, animó a los libaneses a seguir las huellas del nuevo Beato, hijo auténtico de san Francisco.

También recordó el Papa en Roma al nuevo Beato al término de la oración del Ángelus, pidiendo “con todo el corazón que la intercesión del beato Abuna Yaaqub, unida a la de los santos libaneses, obtenga para este amado y martirizado país, que tanto ha sufrido, caminar finalmente hacia una paz estable”.

Después de la solemne bendición, el canto Regina cœli iubila en árabe cerró la celebración. Todos volvieron a sus casas, llevando con ellos la alegría y la nueva esperanza para el futuro del Líbano, y también de los cristianos no sólo del Líbano sino de todo el Oriente Medio por la intercesión de sus santos, que el Señor suscita para que la Iglesia continúe su misión apostólica en la tierra que fue la cuna del cristianismo.

Fra Joseph Constantin ofm