Bienvenidos de nuevo a casa
Bienvenidos de nuevo a casa. 40 jóvenes palestinos procedentes de todo el mundo volvieron hace unos días, a su tierra de origen, a Palestina. Para algunos es la primera vez, y para otros es ocasión de visitar a su familia después de muchos años. Sea como sea, una ocasión única para reforzar una pertenencia nunca olvidada.
“Es verdad que me siento palestino, estoy orgulloso de mi identidad”.
“Sí, conservo con cariño mi patrimonio cultural”.
“Vivo en América, pero Palestina es mi casa”.
“Aunque vivo lejos de aquí, llevo mi tierra en el corazón, y me siento en casa en cualquier parte del mundo”.
Acogidos por la banda de scouts de Belén, los jóvenes palestinos llegaron a la Acción Católica en la tarde del lunes 9 de julio, recibidos por el ministro de turismo y por otras autoridades locales. Y en este punto la procesión comenzó un paseo por las calles de la ciudad, hasta el Ayuntamiento. En el lento caminar entre el suq de la Ciudad Vieja, los hay que recuerdan y contemplan con emoción los lugares de su infancia, hoy transformados por las vicisitudes de este último periodo, y los hay que lo observan todo por primera vez. Son aquellos que solo habían visto Palestina en sueños.
“Estoy entusiasmado, a pesar del estress del largo viaje es una alegría haber llegado aquí, recibidos por muchas personas que te quieren saludar. Ha sido interesante ver Belén, el entusiasmo de la gente que nos ha venido a ver, espero mucho de este viaje”.
“Me siento muy bien, es la primera vez que vengo aquí y tenía mucha curiosidad de ver Palestina”.
“Mis padres son los dos palestinos y me han contado muchísimas historias de esta tierra. Y además he leído mucho, he visto muchas cosas en televisión y finalmente, hoy, estoy aquí. Es verdaderamente increíble”.
Y es bello volver a casa. El ayuntamiento de Belén saludó oficialmente a los chicos y les dio la bienvenida a la ciudad donde nació Jesús. En la ciudad donde —comentó el secretario— nació la paz y hoy hay guerra, en el lugar donde nació el amor y reside todavía el odio. Por esta razón, la recomendación final dirigida a todos fue esta: “Estos días son para vosotros momentos de diversión y vacaciones, pero al volver, contad a vuestros amigos que aquí necesitamos paz”.
Bienvenidos de nuevo a casa. 40 jóvenes palestinos procedentes de todo el mundo volvieron hace unos días, a su tierra de origen, a Palestina. Para algunos es la primera vez, y para otros es ocasión de visitar a su familia después de muchos años. Sea como sea, una ocasión única para reforzar una pertenencia nunca olvidada.
“Es verdad que me siento palestino, estoy orgulloso de mi identidad”.
“Sí, conservo con cariño mi patrimonio cultural”.
“Vivo en América, pero Palestina es mi casa”.
“Aunque vivo lejos de aquí, llevo mi tierra en el corazón, y me siento en casa en cualquier parte del mundo”.
Acogidos por la banda de scouts de Belén, los jóvenes palestinos llegaron a la Acción Católica en la tarde del lunes 9 de julio, recibidos por el ministro de turismo y por otras autoridades locales. Y en este punto la procesión comenzó un paseo por las calles de la ciudad, hasta el Ayuntamiento. En el lento caminar entre el suq de la Ciudad Vieja, los hay que recuerdan y contemplan con emoción los lugares de su infancia, hoy transformados por las vicisitudes de este último periodo, y los hay que lo observan todo por primera vez. Son aquellos que solo habían visto Palestina en sueños.
“Estoy entusiasmado, a pesar del estress del largo viaje es una alegría haber llegado aquí, recibidos por muchas personas que te quieren saludar. Ha sido interesante ver Belén, el entusiasmo de la gente que nos ha venido a ver, espero mucho de este viaje”.
“Me siento muy bien, es la primera vez que vengo aquí y tenía mucha curiosidad de ver Palestina”.
“Mis padres son los dos palestinos y me han contado muchísimas historias de esta tierra. Y además he leído mucho, he visto muchas cosas en televisión y finalmente, hoy, estoy aquí. Es verdaderamente increíble”.
Y es bello volver a casa. El ayuntamiento de Belén saludó oficialmente a los chicos y les dio la bienvenida a la ciudad donde nació Jesús. En la ciudad donde —comentó el secretario— nació la paz y hoy hay guerra, en el lugar donde nació el amor y reside todavía el odio. Por esta razón, la recomendación final dirigida a todos fue esta: “Estos días son para vosotros momentos de diversión y vacaciones, pero al volver, contad a vuestros amigos que aquí necesitamos paz”.