Hacia las 18 horas del sábado 21 de mayo, dos misiles han impactado en la Escuela Tierra Santa de Alepo (Siria) causando un muerto y dos heridos entre las personas ancianas que se habían refugiado en ella.
La escuela, con su gran patio, era hasta hoy uno de los raros lugares seguros de la ciudad. Los frailes la habían convertido en un lugar de acogida, de descanso, en esta guerra que está destruyendo la ciudad. Hace un año abrieron las puertas de algunas de sus aulas para recibir a una veintena de personas ancianas, cuyas casas habían sido bombardeadas. Mientras algunos de ellos estaban reunidos durante la recreación de la tarde, un misil ha atravesado el muro.
«La detonación ha sido tremenda y extremadamente violenta y se ha se escuchado fuertemente», dice fray Firás Lutfi ofm, director de la escuela, en una conversación telefónica con los frailes de Beirut. «No hay un solo lugar en Alepo que sea seguro al 100%».
«Para las familias cristianas –ha declarado fray Ibrahim as Sabag, párroco de Alepo-, el convento de Alepo se consideraba como el pulmón al que podían ir para tomarse un respiro, un lugar en donde encontrar refugio para tomar aire puro y dejar jugar a los niños. Es el único lugar en el que todavía había algo de verde. Aquí, los grupos de jóvenes, no pudiendo salir de Alepo, se reunían y organizaban sus campamentos estivales. Habíamos empezado a preparar y restaurar el lugar en vista a la acogida de este verano. Pero los sucesos ocurridos esta tarde nos obligan a suspender estas labores, en espera de un poco de calma y serenidad».
En Alepo, los frailes tienen tres centros: la parroquia de San Francisco de Asís, una sucursal de la parroquia en Er Ram y la Escuela Tierra Sata.
Estos últimos meses la parroquia de San Francisco ha sido bombardeada en una ocasión, y el convento de Er Ram cinco. En Siria se encuentran todavía 14 frailes franciscanos, de los que cinco están en Alepo.
Su puede ayudar, sosteniendo sus actividades a través de la ONG de la Custodia, ATS pro Terra Sancta y su proyecto «Emergencia en Siria», en el siguiente enlace: Emergencia en Siria
La escuela, con su gran patio, era hasta hoy uno de los raros lugares seguros de la ciudad. Los frailes la habían convertido en un lugar de acogida, de descanso, en esta guerra que está destruyendo la ciudad. Hace un año abrieron las puertas de algunas de sus aulas para recibir a una veintena de personas ancianas, cuyas casas habían sido bombardeadas. Mientras algunos de ellos estaban reunidos durante la recreación de la tarde, un misil ha atravesado el muro.
«La detonación ha sido tremenda y extremadamente violenta y se ha se escuchado fuertemente», dice fray Firás Lutfi ofm, director de la escuela, en una conversación telefónica con los frailes de Beirut. «No hay un solo lugar en Alepo que sea seguro al 100%».
«Para las familias cristianas –ha declarado fray Ibrahim as Sabag, párroco de Alepo-, el convento de Alepo se consideraba como el pulmón al que podían ir para tomarse un respiro, un lugar en donde encontrar refugio para tomar aire puro y dejar jugar a los niños. Es el único lugar en el que todavía había algo de verde. Aquí, los grupos de jóvenes, no pudiendo salir de Alepo, se reunían y organizaban sus campamentos estivales. Habíamos empezado a preparar y restaurar el lugar en vista a la acogida de este verano. Pero los sucesos ocurridos esta tarde nos obligan a suspender estas labores, en espera de un poco de calma y serenidad».
En Alepo, los frailes tienen tres centros: la parroquia de San Francisco de Asís, una sucursal de la parroquia en Er Ram y la Escuela Tierra Sata.
Estos últimos meses la parroquia de San Francisco ha sido bombardeada en una ocasión, y el convento de Er Ram cinco. En Siria se encuentran todavía 14 frailes franciscanos, de los que cinco están en Alepo.
Su puede ayudar, sosteniendo sus actividades a través de la ONG de la Custodia, ATS pro Terra Sancta y su proyecto «Emergencia en Siria», en el siguiente enlace: Emergencia en Siria