Cantando la Pasión del Señor: santa misa solemne del Martes Santo en la Flagelación | Custodia Terrae Sanctae

Cantando la Pasión del Señor: santa misa solemne del Martes Santo en la Flagelación

Iglesia de la Flagelación, Jerusalén. 3 de marzo de 2012

Continúan las celebraciones de Semana Santa en Jerusalén, donde los cristianos reviven la pasión, muerte y resurrección del Señor precisamente en los lugares en los que todo ocurrió, hace más de dos mil años. En un clima especialmente intenso y de recogimiento se rememoran los últimos y dramáticos días de la vida de Jesús hasta su sacrificio extremo en la Cruz, a la que seguirá su resurrección gloriosa que proyectará al mundo entero la luz y la esperanza de una vida nueva en Dios.

Las citas aumentarán a partir del Jueves Santo, con la santa misa en recuerdo de la Última Cena del Señor, el rito del lavatorio de los pies y la Hora Santa en Getsemaní, pero también esta primera parte de la semana está jalonada de momentos importantes que ayudan a penetrar, cada vez de forma más honda, en los misterios que la comunidad cristiana se prepara para celebrar.

Como es tradición, la mañana del Martes Santo, a las 7.30 h en el santuario de la Flagelación, anexo al homónimo convento franciscano que se encuentra al comienzo de la Vía Dolorosa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, se ha celebrado la santa misa solemne durante la que se ha cantado la «Passio Christi», según los relatos evangélicos. A través de cuatro encuentros –el Domingo de Ramos, el Martes, Miércoles y el Viernes Santo- se recorren los textos de los cuatro evangelio que narran los trágicos momentos con los que se concluye la vida terrenal de Jesús. La asamblea de fieles escucha, participativa y conmovida, a los tres lectores que, en cada ocasión, animan la proclamación del Evangelio. La santa misa del Martes ha estado presidida por fray Artemio Vítores, vicario custodial, junto al que ha celebrado fray Najib Ibrahim, guardián de la Flagelación y profesor de Exégesis neotestamentaria en el Studium Biblicum Franciscanum, que tiene su sede en este lugar. Ha sido realmente numerosa la participación de la comunidad franciscana de la Custodia de Tierra Santa así como de los sacerdotes concelebrantes. Los fieles, religiosos y consagrados de las distintas congregaciones, los cristianos locales, los colaboradores y voluntarios que desde hace tiempo viven en estos lugares y pequeños grupos de peregrinos deseosos de vivir la Pascua en la tierra de Jesús han llenado por completo la capilla, encontrando asiento incluso en el exterior del santuario, en algunos bancos dispuestos para la ocasión en el patio, ante la entrada a la iglesia.

Aquí, Jesús compareció ante Poncio Pilato; aquí fue juzgado, condenado a muerte y cargado con la cruz. Desde aquí, aún hoy, sale el Vía Crucis que los franciscanos repiten todos los viernes por la tarde y que los grupos de peregrinos venidos de todo el mundo recorren unidos por una única fe. La Pasión de Cristo nos interpela aquí de modo especial; los sucesos de aquellos días que cambiaron la historia humana nos interpelan con fuerza e invitan a todos los cristianos, sobre todo durante esta Semana, a dirigir el corazón hacia la Tierra Santa, a entrar en comunión con Jerusalén, a descubrir el sentido profundo de la fe cristiana en el misterio que aquí se renueva.

Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de Marie-Armelle Beaulieu