Jueves 5 de julio. Los frailes vivieron todo el dia la experiencia de la “Escucha orante de la Palabra de Dios” sobre el Monte Tabor.
Para guiar la reflexión y la oración fue invitado Su Eminencia, el Cardenal Carlo Maria Martini, que con profunidad y sencillez guió una Lectio Divina sobre el relato de la Transfiguración de Jesús en el Evangelio de Lucas (Lc 9, 28-36).
Como los discípulos, nosotros tambien nos equivocariamos si nos quedaramos en una contemplación estética de la gloria del Cristo que no consiguera darnos la fuerza de cambiar nuestra vida y la historia: “non se detengan a contemplar la visión, más bien descubran sus implicaciones” dijo el Card. Martini.
Jesucristo aparece tranfigurado para mostar a los discípulos un anticipación de la forma definitiva del Reino de Dios, en su “anchura” y “largura”, en su extensión a todos los hombres de todos los tiempos, hasta cuando Dios sea todo en todos, sin eliminar la diversidad de cada uno. Tener una visión amplia de la vida y de la historia ayuda a considerar secundario lo que no es importante y a poner todas las realidades en la perspectiva correcta, es decir, en la perspectiva del “Reino de Dios total”.
Jesús se aparece junto a Moisés y Elias, para expresar la continuidad del mensaje de Jesús
con el del que dio al pueblo de Israel la Torah, “Palabra de Dios escrita para ser practicada”, y con el profeta de las “sorpresas” de Dios, cuya potencia de fuego entra siempre de forma sorprendente. De aqui surge la invitación a “poner orden en la propia vida”, dejando que la Palabra se vuelva norma de la existencia cotidiana, y al mismo tiempo, la exortación a no temer las manifestaciones de Dios en la historia y en la historia personal. Finalemente, tambien nosotros, como Pedro, somos inviados a pasar del “grande temor” a una actitud de escucha; a no tener miedo de “entrar con valor en el tiempo de Dios” por medio de la oración bien hecha, asidua, apasionada.
Luego de un largo tiempo de silencio y meditación en el Monte y alrededor del Santuario, los hermanos fueron invitados al almuerzo preparado por la comunidad de “Mondo X”, cuyo fundador, Fray Eligio Gelmini om, estuvo presente.
Por la tarde se procedió con la visita del Santuario en grupos, guiados por Fray Frédéric Manns. Luego se celebró la Eucaristia, misma que fue presidida por el Definidor general Fray Ambrosio Nguyen Van Si.
Los hermanos bajaron a pie del monte, y luego fueron trasladados a Nazaret. Con esta etapa concluye su permancencia en Galilea.
Para guiar la reflexión y la oración fue invitado Su Eminencia, el Cardenal Carlo Maria Martini, que con profunidad y sencillez guió una Lectio Divina sobre el relato de la Transfiguración de Jesús en el Evangelio de Lucas (Lc 9, 28-36).
Como los discípulos, nosotros tambien nos equivocariamos si nos quedaramos en una contemplación estética de la gloria del Cristo que no consiguera darnos la fuerza de cambiar nuestra vida y la historia: “non se detengan a contemplar la visión, más bien descubran sus implicaciones” dijo el Card. Martini.
Jesucristo aparece tranfigurado para mostar a los discípulos un anticipación de la forma definitiva del Reino de Dios, en su “anchura” y “largura”, en su extensión a todos los hombres de todos los tiempos, hasta cuando Dios sea todo en todos, sin eliminar la diversidad de cada uno. Tener una visión amplia de la vida y de la historia ayuda a considerar secundario lo que no es importante y a poner todas las realidades en la perspectiva correcta, es decir, en la perspectiva del “Reino de Dios total”.
Jesús se aparece junto a Moisés y Elias, para expresar la continuidad del mensaje de Jesús
con el del que dio al pueblo de Israel la Torah, “Palabra de Dios escrita para ser practicada”, y con el profeta de las “sorpresas” de Dios, cuya potencia de fuego entra siempre de forma sorprendente. De aqui surge la invitación a “poner orden en la propia vida”, dejando que la Palabra se vuelva norma de la existencia cotidiana, y al mismo tiempo, la exortación a no temer las manifestaciones de Dios en la historia y en la historia personal. Finalemente, tambien nosotros, como Pedro, somos inviados a pasar del “grande temor” a una actitud de escucha; a no tener miedo de “entrar con valor en el tiempo de Dios” por medio de la oración bien hecha, asidua, apasionada.
Luego de un largo tiempo de silencio y meditación en el Monte y alrededor del Santuario, los hermanos fueron invitados al almuerzo preparado por la comunidad de “Mondo X”, cuyo fundador, Fray Eligio Gelmini om, estuvo presente.
Por la tarde se procedió con la visita del Santuario en grupos, guiados por Fray Frédéric Manns. Luego se celebró la Eucaristia, misma que fue presidida por el Definidor general Fray Ambrosio Nguyen Van Si.
Los hermanos bajaron a pie del monte, y luego fueron trasladados a Nazaret. Con esta etapa concluye su permancencia en Galilea.