El viernes 9 de noviembre se ha celebrado en Belén el Xº Congreso General de la Legión de María de Tierra Santa bajo el lema, en el Año de la Fe, «Nuestra perseverancia ante el futuro». En la reunión, celebrada en el hotel Bethlehem, estaban presentes Mons. Fuad Twal, patriarca latino de Jerusalén; Mons. Giacinto Bulos Marcuzzo, vicario patriarcal latino para Israel y Mons. Willian Shomali, obispo auxiliar del Patriarcado latino. Más de seiscientas personas, entre los que había muchos sacerdotes, religiosas y miembros de la organización fundada por el siervo de Dios Frank Duff, incluidos jóvenes legionarios procedentes de distintas escuelas de Jerusalén, han participado en esta iniciativa.
La jornada ha comenzado con el rezo del rosario, guiado por fray Firas Hiyazin, párroco de Jerusalén y responsable general del movimiento en Tierra Santa. El patriarca, Mons. Fuad Twal, tras el saludo inicial, ha invitado a los presentes a profundizar en los documentos y mensajes contenidos en la Exhortación Apostólica del papa dirigida a la Iglesia de Oriente Medio durante el Sínodo; de modo particular, en su carta pastoral enviada a los responsables de la Iglesia católica de Tierra Santa para el Año de la Fe. Mons. Twal ha afirmado que la nueva evangelización debe partir de aquí, donde todo comenzó.
Entre los muchos temas tratados por los ponentes durante el Congreso, especialmente interesante ha sido el de la identidad, expuesto por don Luis Hazbun, animador del Movimiento, y el de la eucaristía, ligado a la historia de la Legio Mariæ (Legión de María), a cargo de Mons. William Shomali.
La Legión de María es un movimiento católico internacional de laicos que quieren colaborar en la misión evangelizadora de la Iglesia. Fundada en Dublín, el 7 de septiembre de 1921, por el siervo de Dios Frank Duff, está estructurada como un ejército, del que ha adoptado también la terminología, entendiendo la realidad de la vida como una batalla a combatir. Sus miembros practican el apostolado directo con los más alejados de la Iglesia a través de los contactos personales. La espiritualidad de la Legión de María se basa principalmente en la fe en la acción conjunta del Espíritu Santo y de María en la obra de la redención. Cada día, en muchas partes del mundo, los miembros de la Legión de María recitan la «Catena Legionis», vínculo que une a unos y otros con su santa Madre.
La jornada ha comenzado con el rezo del rosario, guiado por fray Firas Hiyazin, párroco de Jerusalén y responsable general del movimiento en Tierra Santa. El patriarca, Mons. Fuad Twal, tras el saludo inicial, ha invitado a los presentes a profundizar en los documentos y mensajes contenidos en la Exhortación Apostólica del papa dirigida a la Iglesia de Oriente Medio durante el Sínodo; de modo particular, en su carta pastoral enviada a los responsables de la Iglesia católica de Tierra Santa para el Año de la Fe. Mons. Twal ha afirmado que la nueva evangelización debe partir de aquí, donde todo comenzó.
Entre los muchos temas tratados por los ponentes durante el Congreso, especialmente interesante ha sido el de la identidad, expuesto por don Luis Hazbun, animador del Movimiento, y el de la eucaristía, ligado a la historia de la Legio Mariæ (Legión de María), a cargo de Mons. William Shomali.
La Legión de María es un movimiento católico internacional de laicos que quieren colaborar en la misión evangelizadora de la Iglesia. Fundada en Dublín, el 7 de septiembre de 1921, por el siervo de Dios Frank Duff, está estructurada como un ejército, del que ha adoptado también la terminología, entendiendo la realidad de la vida como una batalla a combatir. Sus miembros practican el apostolado directo con los más alejados de la Iglesia a través de los contactos personales. La espiritualidad de la Legión de María se basa principalmente en la fe en la acción conjunta del Espíritu Santo y de María en la obra de la redención. Cada día, en muchas partes del mundo, los miembros de la Legión de María recitan la «Catena Legionis», vínculo que une a unos y otros con su santa Madre.