El martes 5 de julio, con una misa celebrada en la basílica de las Naciones, ha comenzado oficialmente el Capítulo trienal de la Custodia de Tierra Santa.
La celebración ha estado presidida por el visitador canónico, fray Varnai Jakab ofm. En su homilía, fray Varnai ha recordado el significado del lugar y los sucesos que aquí ocurrieron. En Getsemaní, ha explicado, no vemos solo la revelación de la grandeza de Jesús Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, sino también a otros protagonistas, en especial a los apóstoles, que no pueden permanecer en vela.
«Al finalizar esta celebrado -ha terminado diciendo- volveremos a la ciudad para afrontar los trabajos del Capítulo. Somos conscientes de nuestros límites y nuestros fracasos. Sin embargo, la gracia de Getsemaní pone en nuestros espíritus y en nuestros corazones la certeza de que Jesús está entre nosotros. Que su oración en Getsemaní constituya y reconstituya a la fraternidad en el nombre de Jesús»
El Capítulo es un momento esencial en el funcionamiento de las comunidades. En cierto sentido es como la cabina de control donde varias personas, cada uno desempeñando su papel, reunidos en torno al piloto, deciden el destino y estudian la ruta a seguir para alcanzarla.
El Capítulo es un ejercicio comunitario al que los frailes están acostumbrados. De hecho, todos los meses en las fraternidades se celebra un Capítulo. Pero el Capítulo trienal, como indica su nombre, se reúne una vez cada tres años, y es además más importante.
No está presidido por el custodio, sino por el visitador canónico que ha pasado cerca de un año visitando las fraternidades y las distintas realidades de la Custodia.
En un primer tiempo, los responsables de los puestos de trabajo más importantes presentan una relación, es decir un informe, de lo que se ha realizado durante los tres años anteriores en vista al estado actual en su campo de actividad. Así, el ecónomo presenta el estado preciso de los gastos realizados en la Custodia y su finalidad, así como los ingresos. Pero también los responsables de las distintas comisiones: la comisión para la Formación y los Estudios y la de Evangelización, la comisión de los Santos Lugares y la de la región de San Pablo (Siria, Jordania y Líbano), la comisión de los Comisarios de Tierra Santa, etc.
Así, presentarán su relación: el custodio anterior o algún representante suyo -visto que su nombramiento como administrador apostólico del Patriarcado latino ha desbaratado su agenda, así como su estatus-, y el visitador canónico. También el nuevo custodio tomará la palabra.
El Capítulo servirá también de ocasión para renovar el gobierno de la Custodia: vicario custodial y ecónomo y Discretorio.
Los mismos miembros capitulares, elegidos por los frailes para representarles, elegirán al gobierno que trabajará con el nuevo custodio. En el Capítulo se alternan sesiones plenarias y trabajos en grupo, organizados por un secretario del Capítulo con vistas a contemplar la múltiple variedad de las situaciones de la Custodia.
El Capítulo recibirá también varias visitas, entre ellas la del ministro general de los franciscanos, fray Michael Perry, el delegado apostólico, el patriarca emérito Mons. Fuad Twal...
Es también un tiempo de convivencia custodial y los cincuenta frailes capitulares, venidos de todas las regiones de la Custodia, tendrán también un día de visita-peregrinación a Samaria.
Todos estos trabajos sirven, por tanto, de ocasión para mirar los tres años transcurridos, pero sobre todo para decidir las orientaciones para los próximos tres años.
Como las sesiones y debates se celebrarán a puertas cerradas, el sitio oficial no se ocupará de informar de los trabajos. Sin embargo, el secretario del Capítulo actualizará diariamente un blog, solo en italiano, que se puede consultar en esta URL : http://capitolo2016.blogspot.it
En la página de inicio del sitio web de la Custodia, una imagen titulada «Capítulo 2016» os lleva allí directamente.
El nuevo custodio de Tierra Santa invita a todos a acompañar al Capítulo con la oración, para que los frailes, en docilidad al Espíritu Santo, puedan trabajar para cumplir la misión confiada por la Iglesia a los franciscanos de Tierra Santa.
La celebración ha estado presidida por el visitador canónico, fray Varnai Jakab ofm. En su homilía, fray Varnai ha recordado el significado del lugar y los sucesos que aquí ocurrieron. En Getsemaní, ha explicado, no vemos solo la revelación de la grandeza de Jesús Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, sino también a otros protagonistas, en especial a los apóstoles, que no pueden permanecer en vela.
«Al finalizar esta celebrado -ha terminado diciendo- volveremos a la ciudad para afrontar los trabajos del Capítulo. Somos conscientes de nuestros límites y nuestros fracasos. Sin embargo, la gracia de Getsemaní pone en nuestros espíritus y en nuestros corazones la certeza de que Jesús está entre nosotros. Que su oración en Getsemaní constituya y reconstituya a la fraternidad en el nombre de Jesús»
El Capítulo es un momento esencial en el funcionamiento de las comunidades. En cierto sentido es como la cabina de control donde varias personas, cada uno desempeñando su papel, reunidos en torno al piloto, deciden el destino y estudian la ruta a seguir para alcanzarla.
El Capítulo es un ejercicio comunitario al que los frailes están acostumbrados. De hecho, todos los meses en las fraternidades se celebra un Capítulo. Pero el Capítulo trienal, como indica su nombre, se reúne una vez cada tres años, y es además más importante.
No está presidido por el custodio, sino por el visitador canónico que ha pasado cerca de un año visitando las fraternidades y las distintas realidades de la Custodia.
En un primer tiempo, los responsables de los puestos de trabajo más importantes presentan una relación, es decir un informe, de lo que se ha realizado durante los tres años anteriores en vista al estado actual en su campo de actividad. Así, el ecónomo presenta el estado preciso de los gastos realizados en la Custodia y su finalidad, así como los ingresos. Pero también los responsables de las distintas comisiones: la comisión para la Formación y los Estudios y la de Evangelización, la comisión de los Santos Lugares y la de la región de San Pablo (Siria, Jordania y Líbano), la comisión de los Comisarios de Tierra Santa, etc.
Así, presentarán su relación: el custodio anterior o algún representante suyo -visto que su nombramiento como administrador apostólico del Patriarcado latino ha desbaratado su agenda, así como su estatus-, y el visitador canónico. También el nuevo custodio tomará la palabra.
El Capítulo servirá también de ocasión para renovar el gobierno de la Custodia: vicario custodial y ecónomo y Discretorio.
Los mismos miembros capitulares, elegidos por los frailes para representarles, elegirán al gobierno que trabajará con el nuevo custodio. En el Capítulo se alternan sesiones plenarias y trabajos en grupo, organizados por un secretario del Capítulo con vistas a contemplar la múltiple variedad de las situaciones de la Custodia.
El Capítulo recibirá también varias visitas, entre ellas la del ministro general de los franciscanos, fray Michael Perry, el delegado apostólico, el patriarca emérito Mons. Fuad Twal...
Es también un tiempo de convivencia custodial y los cincuenta frailes capitulares, venidos de todas las regiones de la Custodia, tendrán también un día de visita-peregrinación a Samaria.
Todos estos trabajos sirven, por tanto, de ocasión para mirar los tres años transcurridos, pero sobre todo para decidir las orientaciones para los próximos tres años.
Como las sesiones y debates se celebrarán a puertas cerradas, el sitio oficial no se ocupará de informar de los trabajos. Sin embargo, el secretario del Capítulo actualizará diariamente un blog, solo en italiano, que se puede consultar en esta URL : http://capitolo2016.blogspot.it
En la página de inicio del sitio web de la Custodia, una imagen titulada «Capítulo 2016» os lleva allí directamente.
El nuevo custodio de Tierra Santa invita a todos a acompañar al Capítulo con la oración, para que los frailes, en docilidad al Espíritu Santo, puedan trabajar para cumplir la misión confiada por la Iglesia a los franciscanos de Tierra Santa.