Decenas de parejas renuevan las promesas matrimoniales en Caná | Custodia Terrae Sanctae

Decenas de parejas renuevan las promesas matrimoniales en Caná

Este domingo 18 de enero, Caná estaba en plena efervescencia. La pequeña parroquia latina, donde se conmemora el lugar del milagro de Jesús, se preparaba para recibir al custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, en su visita anual.
Fray Raffaele Tayem, monta en el jardín las mesas para el almuerzo de la parroquia, porque el sol no ha faltado a la cita.
Los fieles llegan mucho antes de la hora de la misa para asegurarse un puesto donde sentarse en la pequeña iglesia.
Cuando el custodio entra, acompañado por fray Jérôme Vour-Dery, guardián del convento, y por fray Simon Pierre Herro, la iglesia está a rebosar. Fray Simon canta el Evangelio mientras fray François Marie Shamiyeh, el párroco, ofrece una homilía rica en imágenes y, para reforzar su propósito, muestra a la asamblea varios mapas y escritos.
Lo que ha suscitado en tantas personas tal atmósfera de alegría no es la esperanza de ver el agua transformarse en vino, sino la posibilidad ofrecida a las parejas de esposos de renovar las promesas matrimoniales en el lugar en el que Jesús mismo participó en una boda.
Tras la homilía, fray François Marie ha celebrado el rito de renovación de las promesas con las numerosas parejas presentes. La atmósfera era realmente festiva. El custodio, a la salida de la misa, confirmaba que ver a las parejas intercambiarse nuevamente el anillo del dedo (quien pudo finalmente sacarlo…) era una fuente de alegría. Los esposos, de todas las edades, hicieron este gesto con mucho entusiasmo, y finalmente fray François les invitó a ellos a «besar a la esposa».
Para esta ocasión, la pequeña comunidad de Caná ha recibido la visita de numerosos matrimonios venidos de Nazaret.
Toda la asamblea estuvo invitada al almuerzo, como si se tratara de un gran banquete nupcial, presidido por el custodio.

Mab