Dedicación de la capilla de los capuchinos | Custodia Terrae Sanctae

Dedicación de la capilla de los capuchinos

Mientras que la parroquia de San Salvador celebraba con los frailes de la Custodia la presentación del Señor en el Templo, otros miembros de la familia franciscana de Tierra Santa se han unido a los capuchinos, en la periferia de Jerusalén (Talbiye), para festejar la dedicación de su capilla.

Los capuchinos forman una de las tres ramas masculinas de la primera Orden (llamada «Orden Menor») de la familia franciscana, como está descrito en la Orden de San Francisco aprobada por la Iglesia. Mons. Shomali, obispo auxiliar de Jerusalén, ha presidido esta alegre ceremonia, animada por muchos voluntarios italianos que han venido para unirse a la comunidad en esta solemnidad.

La ceremonia ha comenzado con la bendición de la capilla y la aspersión de los fieles; han seguido las lecturas del día y la homilía de Mons. Shomali, que ha dicho: «Una capilla o una iglesia no son solo lugares donde rezamos al Señor. Son lugares donde el Señor nos habla cada día, porque Él habita en la tierra, está en medio de nosotros. Construir e inaugurar una casa del Señor es recordarnos que Él quiere que seamos el templo de su Espíritu, no solo con palabras y oraciones sino física y geográficamente, en el lugar donde vivimos».

El obispo auxiliar de Jerusalén consagró posteriormente el altar, al canto de las letanías de los santos y de la antífona: «Óleo que consagra, óleo que perfuma; óleo que cura las heridas y que ilumina». Tras incensar e iluminar el altar, la eucaristía ha permitido a los fieles dar gracias en la intimidad y en el calor de esta moderna capilla. Los frailes capuchinos han compartido su alegría de ver a tantas congregaciones y fieles con ellos, invitando a la asamblea a un jovial aperitivo.

Desde la inauguración de su centro de espiritualidad, «Yo soy la luz del mundo», en octubre de 2010, los capuchinos no habían podido aún proceder a la dedicación de su iglesia, dedicada también a «Jesús, luz del mundo». El centro quiere ser un lugar de acogida para religiosos que llevan a cabo sus estudios en el Instituto bíblico u otros cursos en Jerusalén, o para grupos de personas que llegan a la ciudad para seguir una formación espiritual.

E.R.