Diálogo interreligioso: adquirir el sentido de encuentro | Custodia Terrae Sanctae

Diálogo interreligioso: adquirir el sentido de encuentro

Después de Colombia y Corea del Norte, la comisión franciscana para el diálogo interreligioso ha hecho las maletas para viajar hasta Tierra Santa. Del 24 al 27 de febrero, una quincena de frailes venidos de todos los continentes ha propuesto a los frailes de la Custodia una semana de intercambios y reflexiones sobre el «triple diálogo» entre judíos, cristianos y musulmanes. Hay que decir que esta comisión de la Orden de los Hermanos Menores, creada en 1996, quiere recordar que el diálogo interreligioso está en el centro de la espiritualidad franciscana. Para clarificar la puesta en marcha y la problemática actual de Tierra Santa, fray Frédéric Manns –gran protagonista de la semana- ha propuesto como tema de fondo el regreso a las grandes figuras bíblicas del díalogo: Abrahán, Jacob, Moisés y también Elías, Juan Bautista, los Reyes Magos y, evidentemente, Cristo.

La semana comenzó con una contextualización y un ciclo de conferencias sobre la situación actual de los cristianos en Egipto, Siria y Tierra Santa. Mons. Fitzgerald, que fue nuncio apostólico en Egipto, compartió su experiencia de diálogo interreligioso e insistió en el vínculo entre identidad personal y religión, tanto en el aporte del cristianismo a la defensa de las libertades como a la vida en común. Ha presentado ejemplos interesantes de encuentros entre sacerdotes e imanes, que trabajan juntos por la erradicación de los estereotipos. El custodio de Tierra Santa ha recordado que, aunque los cristianos de Oriente Medio tienen dificultades para encontrar su puesto en los regímenes islámicos que se están instaurando progresivamente, el mismo islam está sometido a las divisiones internas y a algunos comportamientos que ponen en tela de juicio algunos aspectos.

La comisión ha tenido ocasión de reunirse con un gran número de actores que trabajan por el diálogo; entre ellos, el movimiento de los focolares, que comparte la misma espiritualidad como cristianos también con fieles de otras religiones y con personas ateas. Abiertos a todos, sus miembros trabajan por la unidad: en la familia, en el mundo económico y socio-cultural, en la política y en las relaciones entre los pueblos. Otro encuentro muy interesante ha sido aquel con la comunidad judía mesiánica de Benjamin Berger, que ha permitido a los frailes descubrir un movimiento en plena expansión por Israel y por el mundo (existen más de veinte comunidad solo en Jerusalén). Profundamente anclados en las raíces del judaísmo, los judíos mesiánicos, con su lenguaje y culto, reconocen a Cristo como el auténtico Mesías. Benjamin Berger se ha definido a sí mismo como «un judío realizado, capaz de crear puentes entre cristianos y judíos». La comisión ha sido invitada también por la Universidad de Belén, donde los frailes, recibidos por el rector y un grupo de profesores, han podido admirar el esfuerzo de los estudiantes por el diálogo. Este encuentro ha emocionado especialmente a fray Russel, que trabaja en los Estados Unidos precisamente en el campo de la educación. «Vuelvo a mi país con muchas y nuevas ideas. Queriendo ser franciscano, he recibido la libertad de recomenzar cada día esta misión a favor del diálogo. ¡Estoy renovado!».

Los frailes también han podido valorar lo difícil que es, en Tierra Santa, distinguir entre política y religión. La comisión ha visitado el memorial Yad Vashem, y se ha acercado hasta la Explanada de las mezquitas en compañía del director del «waqf», el departamento encargado de los bienes religiosos musulmanes, el jeque Azam Játib. Fray Roger, después de estos dos encuentros, ha afirmado: «Es importante entender lo que puede provocar el rechazo del prójimo y el miedo. Se aprecia muy bien la herida en ambos pueblos y el diálogo debe contribuir a superarla, no a cultivarla poniendo el acento en nuestras diferencias».

La semana ha estado también acompasada de tiempos de oración y meditación en Ain Karem con las religiosas contemplativas de Sión, en el Cenáculo, en el Santo Sepulcro o incluso en el pozo de Jacob, en Nablus. La característica principal este año ha sido la invitación, por parte de la comisión, a los conventuales y en especial a fray Silvestro, delegado general para el diálogo ecuménico e interreligioso. Hablando de su participación, ha destacado lo importante que es conocer los puntos de vista y la forma de trabajar de los distintos frailes en todo el mundo. Además, ha recordado que el diálogo interreligioso debe empezar por esta simple pregunta: «¿Por qué Dios ha permitido y querido todas estas religiones y cuál ha sido, por tanto, su idea inicial?».

Toda la Custodia de Tierra Santa agradece vivamente a la comisión su dedicación y los momentos, formales e informales, que ha dedicado a los frailes y a los estudiantes. La Custodia será portadora de su mensaje, es decir, que «la creencia no debe ser considerada como una pertenencia sino como una experiencia cotidiana y una dinámica».

La comisión ha informado que el encuentro del próximo año se celebrará, en el mismo período, en Venecia, en estrecha colaboración con el Instituto de Estudios Ecuménicos San Bernardino. Con el objeto de preparar dicho encuentro, la comisión se reunirá en noviembre en Estambul. Para ver las imágenes de esta semana, consulta el reportaje del Franciscan Media Center: «Rostros y lugares de las religiones en Tierra Santa».

E. Rey