Dominus Flevit: las lágrimas de Cristo, promesa de renconciliación | Custodia Terrae Sanctae

Dominus Flevit: las lágrimas de Cristo, promesa de renconciliación

La liturgia de Jerusalén, como las de Roma o Constantinopla, son liturgias de «estaciones», lo cual quiere decir que los creyentes están invitados a dirigirse a rezar a los lugares bíblicos en los que se celebra la fiesta. Los franciscanos, custodios de los santos lugares, se encaminan a Belén en Navidad, a Nazaret en la Anunciación, o a Jericó en la fiesta del bautismo de Cristo en el Jordán.

Durante la Cuaresma, los frailes y fieles están invitados a celebrar en los distintos santuarios ligados a los acontecimientos de la Pasión. La primera peregrinación de este retiro de Cuaresma se ha celebrado, el jueves 20 de marzo, en el monte de los Olivos, en el Dominus Flevit. Los frailes de San Salvador han animado la liturgia, en la que el padre Luca Grassi, sacerdote italiano acogido por la comunidad franciscana durante su año sabático, ha predicado sobre el misterio de las lágrimas de Cristo (Lc 19,41-44).

En la pequeña capilla del Dominus Flevit, inundada de la luz del crespúsculo, el sacerdote ha invitado a la asamblea a meditar haciendo un paralelismo en este lugar entre las lágrimas de David y las de Cristo. Ha recordado que el abatimiento de David es el de un hombre que es consciente de sus errores (asesinato del marido de Betsabé) y de las repercusiones de sus actos en el presente y en los hombres de su tiempo. Sin embargo, las lágrimas de Cristo eran lágrimas por el reconocimiento del rechazo de los hombres a creer en su palabra y en el advenimiento de la paz que Él prometía.

Tomando las palabras de san Pablo a los filipenses: «Su Dios es el vientre; su gloria, sus vergüenzas; solo aspiran a cosas terrenas» (Flp 3,19), el padre Luca ha añadido: «David se dio cuenta de haber vivido en la ilusión de poder esconder o controlar sus errores, y cuántas veces también nosotros, creyentes o no, queremos cerrar los ojos». Las lágrimas de David, como más tarde las de Jesús, se deben entender como una revelación y una bendición de Dios, porque nos invitan a ser responsables. Dios no nos sumerge en la tristeza, sino que con su mirada de compasión y de misericordia nos invita a examinar nuestras conciencias y a convertirnos. El padre Luca ha terminado con las siguientes palabras: «Dios nos ayuda a leer nuestras historias y abre el camino a una vida de reconciliación».

El próximo miércoles 26 de marzo los frailes seguirán con su meditación cuaresmal en Getsemaní.

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Peregrinación cuaresmal al Dominus Flevit

E.R

Programa de las peregrinaciones de Cuaresma:

Miércoles 26 de marzo: misa en Getsemaní a las 16:00
Miércoles 2 de abril: misa en la Flagelación a las 17 :00
Jueves 3 de abril: misa en Betania a las 7:30, seguida de la peregrinación al Pater Noster y a la Ascensión.
Miércoles 9 de abril: misa en el Lithostrôtos (Flagelación) a las 17:00
Viernes 11 de abril: misa en el Calvario a las 9:00