Desde Pisa a Belén. Fray Mateo Brena, Comisario de Tierra Santa de la Toscana ha escogido estar entre los más pobres para su ordenación diaconal. La misa de diaconado se ha celebrado el 3 de enero en la sede de la Sociedad Antoniana de Belén, donde se encuentra la residencia de ancianos.«He escogido este lugar porque me ha ayudado en el discernimiento vocacional hacia el diaconado, a entender la importancia de ponerse al servicio de los más pobres – ha dicho fray Mateo – y los ancianos de Belén son quizá los más pobres entre los pobres aquí». La celebración, presidida por el administrador apostólico del Patriarcado latino PierbattistaPizzaballa, se ha desarrollado en un ambiente festivo. «Sí, quiero», ha respondido el Comisario de Toscana a las preguntas sobre las promesas solemnes.
Monseñor PierbattistaPizzaballa en su homilía ha recordado: «Tu servicio será pleno en la medida en que sepas reconocer que todo viene de lo alto y es obra del Espíritu, no obra tuya. Es un servicio que haces en nombre de la Iglesia, que te sobrepasa, que va más allá de tus perspectivas, tus ideas, tus pensamientos, tus proyectos». Como Comisario de Tierra Santa también esperan al fraile otros compromisos. «Deberás anunciar la encarnación de Jesús – ha dicho Pizzaballa -, Jesús que encontrarás en algunos lugares pero también en las personas, en las comunidades, en los rostros».
Al finalizar la celebración, el guardián de la hermandad de Pisa, fray Simón, en representación del padre provincial que no ha podido asistir, ha querido expresar su alegría y agradecimiento: «Le damos gracias a Mateo, porque nos ha traído a todos aquí».
Un vínculo con Tierra Santa, el de fray Mateo, que comenzó en octubre de 2014. «Acababa de ser nombrado Comisario y vine aquí para entender qué es lo que tenía que hacer. El Custodio me pidió ir a Belén y desde allí iniciamos una colaboración que se ha mantenidoa lo largodel tiempo. Creemos que los ancianos son las raíces y la memoria de un pueblo». El Comisario de Toscana ha puesto en marchapor este motivo proyectos de recogida de fondos llamados “Raíces de Belén”, buscando implicar al mayor número de personas posible. Entre estas, incluso un famoso cantante italiano, Giovanni Caccamo, que ha regalado la recaudación de dos de sus conciertos para financiar esta realidad. Tras su visita a la residencia de ancianos de Belén además ha escrito la canción “No estamos solos”, título de su último álbum. «Es la demostración de que el misterio de Belén de fragilidad y de amor es un mensaje que alcanza a todos», ha dicho fray Mateo.
Como Comisario de Tierra Santa el trabajo es diario: «Una de nuestras mayores obras es concienciarsobre el amor a Tierra Santa, hacia los lugares y las personas, las piedras vivas. Lo hacemos mediante jornadas de sensibilización, organizamos peregrinaciones para jóvenes y adultos». Hoy en el mundo las comisarías están distribuidas en 44 naciones, sumando un total de 84. Recogen ofrendas, donativos y difunden el amor por la tierra de Jesús. La comisaría de Tierra Santa en Toscana, por ejemplo, apoya económicamente a la residencia de ancianos de Belén.
«Estoy muy contento de compartir esta etapa importante con las personas para las que trabajamos – ha comentado fray Mateo al finalizar la misa de su diaconado -. Para mí es un símbolo de la cercanía a los cristianos de Tierra Santa».
Beatrice Guarrera
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