El pasado 15 de noviembre, el convento franciscano de Washington –que forma parte de la Custodia de Tierra Santa- ha querido honrar a un «constructor de paz» internacional durante una misa y una cena que ha reunido a los amigos del convento. El senador George W. Mitchell, artífice de las negociaciones del célebre «Acuerdo del Viernes Santo» (que puso fin a años de conflicto en Irlanda del Norte), conocido también como enviado especial de los Estados Unidos a Oriente Medio, ha recibido de manos del custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, el premio «Grato ánimo».
En el curso de la cena, el senador Mitchel ha explicado que la misión de constructor de paz requiere una gran perseverancia. Tomando como ejemplo a Irlanda del Norte, ha recordado que, incluso algunos días antes de la firma del acuerdo, no existía la seguridad de llegar a una resolución final.
El senador ha exhortado también a los americanos a mantener viva la esperanza que representa su nación para aquellos que buscan techo, y ha compartido la anécdota de un joven asiático, que obtuvo la ciudadanía americana durante una ceremonia de naturalización que él presidió. «He venido porque América es un lugar de oportunidades», le dijo el nuevo americano. «Era ciudadano americano desde hacía pocos minutos, pero ha sabido resumir en una frase lo que significa ser americano», dice el senador Mitchell, que ha concluido su intervención citando la encíclica Pacem in Terris de san Juan XXIII.
Posteriormente, el custodio ha hecho una breve presentación de la situación actual en Oriente Media, sobre todo en Siria, donde los franciscanos están desde hace mucho tiempo. Ha subrayado que los principales enfrentamientos del Califato Islámico lo son contra los musulmanes, y no directamente contra los cristianos. A pesar de ello, los cristianos sufren las consecuencias de este conflicto. Muchos deben abandonar sus casas y los que deciden quedarse luchan por encontrar lo mínimo para sobrevivir. Los musulmanes quitan los símbolos cristianos de las casas y de los lugares de culto.
En las últimas semanas se asiste además en Tierra Santa a un recrudecimiento de los enfrentamientos entre israelíes y palestinos en Jerusalén y sus alrededores. Aunque el porvenir sigue siendo incierto, el custodio ha asegurado que «los franciscanos están presentes hoy lo seguirán estando en el futuro».
Como estaba previsto según el programa de la tarde, el célebre tenor irlandés Ronan Tynan ha hecho disfrutar a los presentes con sus grandes dotes musicales. Destacando la figura de san Francisco, también él artífice de la paz, ha interpretado una oración por la paz.
El cardenal Theodore McCarrick, obispo emérito de Washington, ha bendecido la mesa antes de contar algunas historias del papa Francisco.
Durante la misa que se ha celebrado por la tarde, el obispo auxiliar de Baltimore, Mons. Dennis Madden, ha pronunciado la homilía sobre la importancia para los cristianos de compartir sus talentos en su compromiso por la evangelización.
Greg Friedman ofm, Washington
En el curso de la cena, el senador Mitchel ha explicado que la misión de constructor de paz requiere una gran perseverancia. Tomando como ejemplo a Irlanda del Norte, ha recordado que, incluso algunos días antes de la firma del acuerdo, no existía la seguridad de llegar a una resolución final.
El senador ha exhortado también a los americanos a mantener viva la esperanza que representa su nación para aquellos que buscan techo, y ha compartido la anécdota de un joven asiático, que obtuvo la ciudadanía americana durante una ceremonia de naturalización que él presidió. «He venido porque América es un lugar de oportunidades», le dijo el nuevo americano. «Era ciudadano americano desde hacía pocos minutos, pero ha sabido resumir en una frase lo que significa ser americano», dice el senador Mitchell, que ha concluido su intervención citando la encíclica Pacem in Terris de san Juan XXIII.
Posteriormente, el custodio ha hecho una breve presentación de la situación actual en Oriente Media, sobre todo en Siria, donde los franciscanos están desde hace mucho tiempo. Ha subrayado que los principales enfrentamientos del Califato Islámico lo son contra los musulmanes, y no directamente contra los cristianos. A pesar de ello, los cristianos sufren las consecuencias de este conflicto. Muchos deben abandonar sus casas y los que deciden quedarse luchan por encontrar lo mínimo para sobrevivir. Los musulmanes quitan los símbolos cristianos de las casas y de los lugares de culto.
En las últimas semanas se asiste además en Tierra Santa a un recrudecimiento de los enfrentamientos entre israelíes y palestinos en Jerusalén y sus alrededores. Aunque el porvenir sigue siendo incierto, el custodio ha asegurado que «los franciscanos están presentes hoy lo seguirán estando en el futuro».
Como estaba previsto según el programa de la tarde, el célebre tenor irlandés Ronan Tynan ha hecho disfrutar a los presentes con sus grandes dotes musicales. Destacando la figura de san Francisco, también él artífice de la paz, ha interpretado una oración por la paz.
El cardenal Theodore McCarrick, obispo emérito de Washington, ha bendecido la mesa antes de contar algunas historias del papa Francisco.
Durante la misa que se ha celebrado por la tarde, el obispo auxiliar de Baltimore, Mons. Dennis Madden, ha pronunciado la homilía sobre la importancia para los cristianos de compartir sus talentos en su compromiso por la evangelización.
Greg Friedman ofm, Washington