El 27 de junio de 2006, el P. Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, impuso la cruz del peregrino a Su Excelencia D. José María Ferré de la Peña, Cónsul General de España en Jerusalén. La ceremonia tuvo lugar en el Convento de San Salvador, sede central de la Custodia Franciscana de Tierra Santa, al final de un almuerzo ofrecido por la comunidad franciscana al ilustre huésped.
D. José María estaba acompañado por su esposa, la señora Jumanah. Ambos han saboreado la cocina del convento y sobre todo la amistad y el cariño de tantos hermanos franciscanos que viene en este ambiente internacional. El P. Artemio Vítores, español y Vicario de la Custodia, ha introducido al Sr. Cónsul y a su Esposa, y el P. Jerzy Kraj, guardián del convento, ha hecho los honores de la casa, dándoles la bienvenida.
La cruz del peregrino es una condecoración pontificia, creada por el Papa León XIII el 2 de mayo de 1901. En ella están representados los lugares santos más importantes de Tierra Santa y quieren recordar al peregrino el amor y la preocupación pro los Santos Lugares de nuestra Redención.
Los franciscanos de Tierra Santa han querido, con esta condecoración, agradecer al Sr. Cónsul General de España, que dejará en breve la Tierra del Señor, su amistad hacia los hijos de San Francisco, su sensibilidad hacia los Santos Lugares y su preocupación efectiva hacia los cristianos que viven en el País de Jesús. La cruz que lleva en su pecho recordará a D. José María su deber hacia Tierra Santa, origen de nuestras raíces cristianas.
AV
D. José María estaba acompañado por su esposa, la señora Jumanah. Ambos han saboreado la cocina del convento y sobre todo la amistad y el cariño de tantos hermanos franciscanos que viene en este ambiente internacional. El P. Artemio Vítores, español y Vicario de la Custodia, ha introducido al Sr. Cónsul y a su Esposa, y el P. Jerzy Kraj, guardián del convento, ha hecho los honores de la casa, dándoles la bienvenida.
La cruz del peregrino es una condecoración pontificia, creada por el Papa León XIII el 2 de mayo de 1901. En ella están representados los lugares santos más importantes de Tierra Santa y quieren recordar al peregrino el amor y la preocupación pro los Santos Lugares de nuestra Redención.
Los franciscanos de Tierra Santa han querido, con esta condecoración, agradecer al Sr. Cónsul General de España, que dejará en breve la Tierra del Señor, su amistad hacia los hijos de San Francisco, su sensibilidad hacia los Santos Lugares y su preocupación efectiva hacia los cristianos que viven en el País de Jesús. La cruz que lleva en su pecho recordará a D. José María su deber hacia Tierra Santa, origen de nuestras raíces cristianas.
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