El Hermano José R. Carballo, Ministro General de la Orden Franciscana, fue el oficiante principal este año de la Misa de la Dedicación de la Basílica del Santo Sepulcro.
Habiendo llegado a Tierra Santa para el capítulo “Under Ten”, el cual reunió a unos 200 representantes de los frailes con menos de diez años de profesión solemne provenientes de todo el mundo, el Hermano José R. Carballo, acompañado por el Definitorio General de la Orden, alargó su estadía mediante un retiro itinerante. La Misa de la Dedicación del Santo Sepulcro marcó el fin de su estadía, o más bien, una nueva salida hacia la “Galilea” de su misión.
En el 2006, la Orden Franciscana comenzó un ciclo de tres años de celebraciones de del jubileo en honor de su fundación en 1209 por San Francisco de Asís. Ya en el transcurso de la vida del Pobre de Asís, los Frailes Menores llegaron a Tierra Santa por primera vez, y desde 1342 han sido nombrados por la Iglesia como los Guardianes de los Santos Lugares, de los cuales la Basílica de la Resurrección es la joya de la corona.
En su homilía, el Hermano José R. Carballo comparó la dedicación de una iglesia con la iniciación Cristiana. Sin importar que tan sagrado pueda ser un lugar, son las personas que lo frecuentan que le otorgan santidad. Haciendo referencia a San Agustín, añadió, “La dedicación a una casa de oración es la fiesta de nuestra comunidad […] Si la dedicación convierte al sitio en la casa de Dios, nosotros mismos somos la casa de Dios y, como dijo San Pedro, somos las piedras vivientes siempre que nos aferremos a Cristo, la piedra angular […]
Parados ante el Sepulcro vacío, se nos invita a reafirmar que somos piedras vivientes en la construcción del templo espiritual que es la Iglesia. Solo de este modo podemos proclamar con nuestras vidas y nuestras palabras que Cristo vive, que Él no está aquí, que Él se ha levantado […] Él partió antes que nosotros a Galilea.”
Muchos frailes concelebraron con el Ministro General, incluyendo el Vicario de la Orden, el Hermano Francesco Bravi, y el Custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, y se les unieron muchos otros frailes, sacerdotes y hermanos legos. El número de fieles fue menor, dada la hora temprana (6:30 a.m.). Después de la celebración, los frailes recibieron la bienvenida al refectorio de la fraternidad del Santo Sepulcro para el desayuno.
MAB
Habiendo llegado a Tierra Santa para el capítulo “Under Ten”, el cual reunió a unos 200 representantes de los frailes con menos de diez años de profesión solemne provenientes de todo el mundo, el Hermano José R. Carballo, acompañado por el Definitorio General de la Orden, alargó su estadía mediante un retiro itinerante. La Misa de la Dedicación del Santo Sepulcro marcó el fin de su estadía, o más bien, una nueva salida hacia la “Galilea” de su misión.
En el 2006, la Orden Franciscana comenzó un ciclo de tres años de celebraciones de del jubileo en honor de su fundación en 1209 por San Francisco de Asís. Ya en el transcurso de la vida del Pobre de Asís, los Frailes Menores llegaron a Tierra Santa por primera vez, y desde 1342 han sido nombrados por la Iglesia como los Guardianes de los Santos Lugares, de los cuales la Basílica de la Resurrección es la joya de la corona.
En su homilía, el Hermano José R. Carballo comparó la dedicación de una iglesia con la iniciación Cristiana. Sin importar que tan sagrado pueda ser un lugar, son las personas que lo frecuentan que le otorgan santidad. Haciendo referencia a San Agustín, añadió, “La dedicación a una casa de oración es la fiesta de nuestra comunidad […] Si la dedicación convierte al sitio en la casa de Dios, nosotros mismos somos la casa de Dios y, como dijo San Pedro, somos las piedras vivientes siempre que nos aferremos a Cristo, la piedra angular […]
Parados ante el Sepulcro vacío, se nos invita a reafirmar que somos piedras vivientes en la construcción del templo espiritual que es la Iglesia. Solo de este modo podemos proclamar con nuestras vidas y nuestras palabras que Cristo vive, que Él no está aquí, que Él se ha levantado […] Él partió antes que nosotros a Galilea.”
Muchos frailes concelebraron con el Ministro General, incluyendo el Vicario de la Orden, el Hermano Francesco Bravi, y el Custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, y se les unieron muchos otros frailes, sacerdotes y hermanos legos. El número de fieles fue menor, dada la hora temprana (6:30 a.m.). Después de la celebración, los frailes recibieron la bienvenida al refectorio de la fraternidad del Santo Sepulcro para el desayuno.
MAB