El Monte Tabor y la Fiesta de la Transfiguración | Custodia Terrae Sanctae

El Monte Tabor y la Fiesta de la Transfiguración

Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó a un monte. Allí se transfiguró delante de ellos".
Los evangelistas no especifican el nombre de la montaña donde ocurrió todo esto, pero una antigua tradición, que se remonta a Orígenes (siglo III) coloca precisamente aquí, en el Monte Tabor, una cumbre de unos 600 metros que se yergue solitaria en medio de la llanura de Esdrelon, el lugar en el cual Jesús se transfiguró, ante las miradas atónitas de los tres discípulos.
Y aquí, donde Pedro lleno de entusiasmo había dicho al Señor: ""¡ que bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías", muy pronto los cristianos construyeron tres capillas. Destruidas y reconstruidas varias veces a lo largo de los siglos, hoy están incorporadas en esta Basílica construida por los Franciscanos en 1924 con el proyecto del arquitecto Barluzzi. Los campanarios a los lados de la fachada surgen sobre el área de las dos capillas bizantinas dedicadas a Moisés y Elías.
Meta ineludible para todos los peregrinos que visitan Galilea, en el Tabor, el 6 de agosto, Fiesta Litúrgica de la transfiguración del Señor, llegan sobretodo los cristianos locales... que colman la Basílica franciscana y las escaleras de la cripta.
La Santa Misa, celebrada en latín y en árabe, es presidida por el Custodio de Tierra Santa, padre Pierbattista Pizzaballa
P. PIERBATTISTA PIZZABALLA, ofm
Custodio de Tierra Santa
El Tabor significa luz: Jesús nos ha restituido la dignidad de hijos de Dios desde el tiempo de la creación, cuando el hombre fue creado, y ha sido creado en la luz... y el Tabor es la anticipación de lo que todos nosotros seremos, es más, que ya somos con la participación en la resurrección de Jesús. Por lo tanto, el Tabor es un mensaje de luz, de esperanza, de vida, de alegría... Ha sido muy hermoso ver como la gente --cada quien con sus problemas- venía y cantaba y se ponía con mucha alegría...frente a Dios
Vengo de Francia y estoy muy feliz de estar justamente en el lugar en el que Cristo fue transfigurado. Ha sido una bellísima Misa en oración con todos los cristianos locales.
Hemos tenido el permiso de venir hasta aquí, al Norte...
P. PIERBATTISTA PIZZABALLA, ofm
Custodio de Tierra Santa
Cuando se viene aquí, se viene para detenerse y contemplar como hicieron los discípulos... Para contemplar la belleza de esta tierra y para leer ésta página del Evangelio que es bellísima y que nos dice la belleza de lo que hemos comenzado a ser...
"Para poder ver a Dios, como ocurrió a los tres discípulos, es necesario emprender la fatiga de subir la montaña, es decir, aceptar el esfuerzo y el sudor que nos pide nuestra cotidianidad", dice en la homilía Fray Mario Hdchiti, quien es el guardián del Monte Tabor. También aquí, de hecho, son los franciscanos quienes custodian este lugar santo y dirigen, al lado del santuario, un albergue para peregrinos
Cristianos locales que provienen sobre todo de ciudades y pueblos de Galilea. Pero no faltan árabes de los territorios palestinos. Él viene de Beit Jala, cerca de Belén y es la primera vez que visita el Monte Tabor.
Antetodo, hay un sentimiento de alegría espiritual --nos dice- pero también está la satisfacción de vivir, al menos por una vez, esta "cercanía" concreta entre Galilea y Belén... que a los palestinos de los Territorios, nos es negada.
Al terminar la celebración, la procesión hacia el Descendetibus, el antiguo oratorio que rememora la orden dada por Jesús a los discípulos (...de no hablar con nadie de esta visión) mientras bajaban de la montaña.
Aquí el Custodio bendice a los fieles que reciben pequeñas ramas cortadas de los árboles del Tabor, como recuerdo de esta Fiesta de la Transfiguración vivida precisamente donde ocurrió.
Estar aquí, en particular hoy, 6 de agosto, es como vivir la gracia de un llamado: como Pedro, Santiago y Juan aquel día, se siente llamados, en este lugar privilegiado de oración y de contemplación...