Hoy ha sido el último día de la visita oficial a Israel y Palestina del presidente de Chile, Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique. La visita comenzó el pasado 3 de marzo, después de visitar en Roma al Santo Padre.
Esta visita se produce tras la invitación del gobierno israelí a los mineros chilenos que permanecieron atrapados durante 69 días y cuya historia tuvo a todo el mundo en suspenso. Ahora le ha tocado el turno de visitar Tierra Santa al presidente.
Acompañado por su mujer, Cecilia Morel Montes, el presidente no ha dejado pasar la ocasión, entre las numerosas citas oficiales, para visitar los Santos Lugares guiado por el padre fray Sergio Olmedo ofm, también él de nacionalidad chilena.
El viernes 4 de marzo, la pareja presidencial, después de visitar el Muro de las Lamentaciones, se puso en camino junto con toda la delegación por las callejuelas de la Ciudad Vieja hasta llegar a la V estación de la Vía Dolorosa desde donde se dirigió después a la Basílica del Santo Sepulcro. A pesar del caos producido en el zoco, el presidente ha querido pararse en alguna de las estaciones del Vía Crucis para rezar por unos instantes.
La visita del matrimonio al Santo Sepulcro ha sido emotiva y allí los franciscanos, de manos del padre Sergio, han regalado al presidente y a su mujer un crucifijo y un rosario de madreperla. Acompañando estos dos símbolos de la pasión han recibo también como regalo una concha labrada con la representación de la resurrección.
El sábado 5 de marzo por la tarde la pareja presidencial ha visitado la Basílica de la Natividad, acompañada siempre por fray Sergio. Una breve explicación histórica de la Basílica y de los mosaicos bizantinos ha servido de introducción a la visita de la Gruta de la Natividad. Aquí los franciscanos les han regalado un "Niño Jesús" que habían puesto en el pesebre, sobra la bandera de Chile. La bella escultura se llevará a la capilla del Palacio de la Moneda, residencia oficial del presidente de la República de Chile. La pareja presidencial llevó luego en procesión al Niño Jesús hasta la Basílica de Santa Catalina y, dejándolo a los pies del altar, comenzó la ceremonia de entrega al Presidente de la Medalla del Peregrino de manos de fray Stèphane Milovitch ofm, guardián del convento.
También las autoridades de Belén han querido regalar al presidente un nacimiento tallado en madera de olivo y tres piedras, una de las cuales pertenecía a la misma Gruta de la Natividad. También en esta ocasión, como fuera del Santo Sepulcro, el Presidente ha deseado e invocado la paz entre Israel y Palestina. La ceremonia ha sido muy emotiva y ha conmovido visiblemente tanto al presidente como a su mujer.
A pesar del gran número de personas que han seguido las visitas a los Santos Lugares de estos días y a pesar del gran despligue de la prensa, la pareja ha procurado vivir estos momentos con intimidad y a los que han estado atentos no se les han escapado las miradas cómplices entre los dos así como tiernos gestos de amor como el buscar el uno la mano del otro para rezar juntos por unos momentos.
Ha sido hermoso ver el ejemplo y testimonio de una familia católica que, aunque llamada a desarrollar un papel oficial importante, sabe dar el justo valor a la fe y a la espiritualidad.
La capacidad de estar de pie ante los hombres y la historia para buscar la paz es más fuerte si viene de la capacidad de arrodillarse delante de Dios.
Marco Gavasso
Esta visita se produce tras la invitación del gobierno israelí a los mineros chilenos que permanecieron atrapados durante 69 días y cuya historia tuvo a todo el mundo en suspenso. Ahora le ha tocado el turno de visitar Tierra Santa al presidente.
Acompañado por su mujer, Cecilia Morel Montes, el presidente no ha dejado pasar la ocasión, entre las numerosas citas oficiales, para visitar los Santos Lugares guiado por el padre fray Sergio Olmedo ofm, también él de nacionalidad chilena.
El viernes 4 de marzo, la pareja presidencial, después de visitar el Muro de las Lamentaciones, se puso en camino junto con toda la delegación por las callejuelas de la Ciudad Vieja hasta llegar a la V estación de la Vía Dolorosa desde donde se dirigió después a la Basílica del Santo Sepulcro. A pesar del caos producido en el zoco, el presidente ha querido pararse en alguna de las estaciones del Vía Crucis para rezar por unos instantes.
La visita del matrimonio al Santo Sepulcro ha sido emotiva y allí los franciscanos, de manos del padre Sergio, han regalado al presidente y a su mujer un crucifijo y un rosario de madreperla. Acompañando estos dos símbolos de la pasión han recibo también como regalo una concha labrada con la representación de la resurrección.
El sábado 5 de marzo por la tarde la pareja presidencial ha visitado la Basílica de la Natividad, acompañada siempre por fray Sergio. Una breve explicación histórica de la Basílica y de los mosaicos bizantinos ha servido de introducción a la visita de la Gruta de la Natividad. Aquí los franciscanos les han regalado un "Niño Jesús" que habían puesto en el pesebre, sobra la bandera de Chile. La bella escultura se llevará a la capilla del Palacio de la Moneda, residencia oficial del presidente de la República de Chile. La pareja presidencial llevó luego en procesión al Niño Jesús hasta la Basílica de Santa Catalina y, dejándolo a los pies del altar, comenzó la ceremonia de entrega al Presidente de la Medalla del Peregrino de manos de fray Stèphane Milovitch ofm, guardián del convento.
También las autoridades de Belén han querido regalar al presidente un nacimiento tallado en madera de olivo y tres piedras, una de las cuales pertenecía a la misma Gruta de la Natividad. También en esta ocasión, como fuera del Santo Sepulcro, el Presidente ha deseado e invocado la paz entre Israel y Palestina. La ceremonia ha sido muy emotiva y ha conmovido visiblemente tanto al presidente como a su mujer.
A pesar del gran número de personas que han seguido las visitas a los Santos Lugares de estos días y a pesar del gran despligue de la prensa, la pareja ha procurado vivir estos momentos con intimidad y a los que han estado atentos no se les han escapado las miradas cómplices entre los dos así como tiernos gestos de amor como el buscar el uno la mano del otro para rezar juntos por unos momentos.
Ha sido hermoso ver el ejemplo y testimonio de una familia católica que, aunque llamada a desarrollar un papel oficial importante, sabe dar el justo valor a la fe y a la espiritualidad.
La capacidad de estar de pie ante los hombres y la historia para buscar la paz es más fuerte si viene de la capacidad de arrodillarse delante de Dios.
Marco Gavasso