La mañana del domingo 27 de septiembre, peregrinos y religiosos siguiendo los pasos de Simeón y Cleofás, han llegado a Emaús Qubaybe para celebrar su fiesta. El control de la frontera, cerrado normalmente para el regreso, ha estado abierto excepcionalmente hoy para dejar pasar los dos autobuses de peregrinos. Al contrario que Simeón y Cleofás, que tenían «el rostro triste...», los peregrinos y los frailes estaban llenos de alegría durante esta mañana de peregrinación, porque ellos ya conocen la buena noticia.
La celebración eucarística ha estado presidida por el vicario custodial, fray Dobromir Jastal. En su homilía, el vicario ha subrayado que Simeón y Cleofás «habían visto los milagros pero todavía razonaban como todos: “Esperábamos que fuera él” (Lc, 24-21). Del mismo modo, tampoco nosotros debemos dejarnos invadir por la tristeza de los fracasos, sino recordar nuestro primer encuentro con Cristo, para liberarnos del miedo»
La misa ha sido ocasión después de dar a la iglesia el honor que merece. La numerosa asamblea y el órganos, interpretado por el voluntario alemán Marcus, han hecho vibrar el santuario, que solo raramente a coge a los peregrinos. De hecho, situado detrás del muro de separación, el santuario desde hace varios años es difícilmente accesible.
El guardián de la casa de Cleofás y Simeón de Emaús Qubaybe, fray Salim Yunis ofm, ha recibido a los peregrinos con un almuerzo de fiesta. Para hacer más vivo el lugar, la Custodia tiene el proyecto de acoger a las religiosas adoratrices perpetuas del Santísimo Sacramento, ya presentes en la Gruta de la Leche de Belén. Vivirían su misión de adoración en el convento adyacente a la iglesia, mientras que para la fraternidad de la Custodia y las religiosas del Catecismo, que ya están viviendo en el lugar, se prepararía la residencia en los locales que anteriormente acogió al seminario seráfico.
Para descubrir la vida en Emaús Qubaybe, lee también nuestro artículo: Pasando por Emaús Al Qubaybe.
T.D.
La celebración eucarística ha estado presidida por el vicario custodial, fray Dobromir Jastal. En su homilía, el vicario ha subrayado que Simeón y Cleofás «habían visto los milagros pero todavía razonaban como todos: “Esperábamos que fuera él” (Lc, 24-21). Del mismo modo, tampoco nosotros debemos dejarnos invadir por la tristeza de los fracasos, sino recordar nuestro primer encuentro con Cristo, para liberarnos del miedo»
La misa ha sido ocasión después de dar a la iglesia el honor que merece. La numerosa asamblea y el órganos, interpretado por el voluntario alemán Marcus, han hecho vibrar el santuario, que solo raramente a coge a los peregrinos. De hecho, situado detrás del muro de separación, el santuario desde hace varios años es difícilmente accesible.
El guardián de la casa de Cleofás y Simeón de Emaús Qubaybe, fray Salim Yunis ofm, ha recibido a los peregrinos con un almuerzo de fiesta. Para hacer más vivo el lugar, la Custodia tiene el proyecto de acoger a las religiosas adoratrices perpetuas del Santísimo Sacramento, ya presentes en la Gruta de la Leche de Belén. Vivirían su misión de adoración en el convento adyacente a la iglesia, mientras que para la fraternidad de la Custodia y las religiosas del Catecismo, que ya están viviendo en el lugar, se prepararía la residencia en los locales que anteriormente acogió al seminario seráfico.
Para descubrir la vida en Emaús Qubaybe, lee también nuestro artículo: Pasando por Emaús Al Qubaybe.
T.D.