Clásicos de Mozart, sonatas de Bach, piezas de Schuman: es el Magnificat Open Music, la segunda edición del festival musical organizado por el Instituto Magnificat de la Custodia de Tierra Santa en Jerusalén. Cada martes de mayo en San Salvador un completo programa de piezas de grandes compositores acompaña al público (especialmente local) en el descubrimiento de la música clásica. Con una pequeña diferencia: los que se suben al escenario son los estudiantes de la escuela franciscana, a veces con la ayuda de sus profesores. También esta segunda cita del martes 8 de mayo contó con la exhibición de un grupo heterogéneo, formado por chicos de todas las edades. Con un objetivo principal:
Fr RICCARDO CERIANI, ofm
Ecónomo Magnificat
“Habituar a los chicos a tocar ante un público y tocar junto ya sea entre ellos o con sus profesores. Ya que esto favorece el crecimiento y la maduración recíproca, tanto como músicos como personalmente, creando relaciones satisfactorias en todo el ambiente”.
Una gran parte de la exhibición se ha reservado a los instrumentos de arco y las formaciones de cámara. Las piezas abarcaron el vasto repertorio de la música clásica, escogiendo aquí y allá las melodías más conocidas. Algunas realizadas individualmente, mientras que para otras se unieron en verdaderos dúos.
JIRIES BOULLATA
Profesor Magnificat
“Estoy muy contento porque finalmente tenemos una modo de compartir también con el público los resultados de la escuela, todo lo que han hecho en la escuela. Ahora tocan y el público aplauden, todos están contentos porque son los frutos”.
Quedan todavía tres citas más que nos separan de la gran final del 29 de mayo en la iglesia de San Salvador. La invitación se dirige siempre a todos, porque el objetivo sigue siendo el mismo.
Fr. RICCARDO CERIANI, ofm
Ecónomo Magnificat
“Acercar la música a todos los amantes de la música. Porque la música no necesita ser estudiada sino que necesita también tocarse”.
VIDEO:
Fr RICCARDO CERIANI, ofm
Ecónomo Magnificat
“Habituar a los chicos a tocar ante un público y tocar junto ya sea entre ellos o con sus profesores. Ya que esto favorece el crecimiento y la maduración recíproca, tanto como músicos como personalmente, creando relaciones satisfactorias en todo el ambiente”.
Una gran parte de la exhibición se ha reservado a los instrumentos de arco y las formaciones de cámara. Las piezas abarcaron el vasto repertorio de la música clásica, escogiendo aquí y allá las melodías más conocidas. Algunas realizadas individualmente, mientras que para otras se unieron en verdaderos dúos.
JIRIES BOULLATA
Profesor Magnificat
“Estoy muy contento porque finalmente tenemos una modo de compartir también con el público los resultados de la escuela, todo lo que han hecho en la escuela. Ahora tocan y el público aplauden, todos están contentos porque son los frutos”.
Quedan todavía tres citas más que nos separan de la gran final del 29 de mayo en la iglesia de San Salvador. La invitación se dirige siempre a todos, porque el objetivo sigue siendo el mismo.
Fr. RICCARDO CERIANI, ofm
Ecónomo Magnificat
“Acercar la música a todos los amantes de la música. Porque la música no necesita ser estudiada sino que necesita también tocarse”.
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