Fray Artemio Vítores condecorado por España por su servicio en Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Fray Artemio Vítores condecorado por España por su servicio en Tierra Santa

El sábado 13 de diciembre, el padre franciscano fray Artemio Vítores ha sido galardonado con una distinción honorífica de su país, España, en señal de reconocimiento por toda su vida entregada a la Custodia de Tierra Santa.
Durante una ceremonia celebrada en el Consulado General de España en Jerusalén el pasado 13 de diciembre, ha sido galardonado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica. Estaban presentes el embajador de España en Israel, Fernando Carderera, y el cónsul general en Jerusalén Juan José Escobar.
La actual función de la Orden es la de «recompensar los comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas o extranjeras a favor de la nación española, o que han contribuido de modo importante favoreciendo las relaciones de amistad y de cooperación entre la nación española y el resto de la comunidad internacional».
Tal distinción depende del Ministerio de Asuntos Extranjeros español y el gran maestro de la Orden es el rey de España.

El cónsul general indicó que este galardón «constituye un homenaje por parte del Gobierno y de la Casa Real a la labor de fray Artemio en este rincón del mundo, en donde lleva desde 1970, informando a los peregrinos sobre la historia de la Custodia y el papel de España en la misma. En este sentido –afirmó el cónsul- lleva muchos años desempeñando el papel de embajador de la marca España».
«Este premio es un reconocimiento a una vida entregada a la Custodia y a la atención de los visitantes -afirmó el embajador español-, un reconocimiento por tanto a la labor de la propia Custodia en Tierra Santa».

En su discurso de agradecimiento, fray Artemio destacó lo importante de este homenaje, ya que premia la labor que España ha ejercido en Tierra Santa, a través de los franciscanos, en el mantenimiento de los santos lugares. Tuvo un especial recuerdo a la reina Isabel la Católica, quien no solo mandó ser enterrada con el hábito franciscano, sino que también instituyó la costumbre de establecer un donativo perpetuo para Tierra Santa, costumbre que perduraría en la Corona de España hasta el siglo XIX. Además, quiso recordar la importante labor de otro cónsul general en Jerusalén, Antonio La Cierva, conde de Ballobar y duque de Terranova, quien salvó el convento de San Salvador de ser dinamitado por los turcos en su retirada de Jerusalén en 1917.

Concluyendo, fray Artemio ha dicho: «Este acta distinción es un modo de agradecer a todos los religiosos españoles que han dado su vida a Tierra Santa, como fue el caso del difunto Justo Artaraz –fallecido el mes pasado-, quien dedicó toda su vida a ella».

Jaime Gutiérrez Moreno y MAB