El 22 de marzo, el custodio de Tierra Santa, acompañado por el guardián de San Salvador -el padre Stéphane Milovitch- y en presencia de numerosos frailes, ha inaugurado dos nuevos locales en el complejo del convento de San Salvador. Estos locales, completamente renovados, estarán destinados a los laicos que trabajan o colaboran con la Custodia.
Después de varios meses de trabajos, la vieja lavandería han recuperado su juventud, lo que le permitirá acoger de nuevo al personal. Habiendo estado la lavandería situada en otro lugar desde hace ya cierto tiempo, los nuevos locales será destinados a otros menesteres: la Oficina central de las Escuelas de la Custodia, la oficina que gestiona la tecnología y las comunicaciones (IT), e incluso también a AVSI, una ONG que recoge fondos para las escuelas.
El custodio pronunció un breve discurso en el que dio calurosamente las gracias a la Oficina técnica. Luis Riera, voluntario en la susodicha Oficina desde hace más de un año, se ha encargado de supervisar estas labores en las que, durante varios meses, se han empleado trabajadores locales. El custodio después ha bendecido los locales recién estrenados, modernos y construidos con las hermosas piedras de Jerusalén. Disponen también de un pequeño patio, una cocina y un gran salón para reuniones, para disfrute de los empleados.
Esta parte del convento se corresponde a la zona más antigua.
Los frailes están en San Salvador desde el siglo XVI. Entonces compraron un convento y su terreno, perteneciente a los georgianos, cuya presencia en Jerusalén fue muy importante durante el Medievo.
En el interior de las oficinas que se han renovado, las fotos recorren la historia del lugar. De hecho, antes que la lavandería, allí se encontraba la farmacia y, en el patio, los frailes realizaban las consultas médicas gratuitas.
En el exterior se ha conservado y restaurado el antiguo sistema de poleas que permitía a los frailes subir la colada limpia hasta el tejado -una veintena de metros más alto- para tenderla. Este hermoso pedazo de historia, como los pozos y el pequeño camino de ladrillos rojos importados de Europa, mantienen la memoria del intenso trabajo manual de los frailes a lo largo de los siglos anteriores.
Para el padre Stéphane, el objetivo de estos nuevos locales es el de «agrupar en un mismo lugar a los laicos que trabajan con la Custodia o que colaboran con ella, para crear una sinergia», algo que en el pasado era más difícil, porque los locales estaban dispersos en distintos lugares. «Por ejemplo, AVSI recoge financiación para las escuelas y por tanto es lógico esta oficina está cerca de la Oficina central de las Escuelas», ha explicado. El proceso de reestructuración y reorganización comenzó con las oficinas de la revista Tierra Santa y ATS (http://www.proterrasancta.org/)
El convento de San Salvador, donde los frailes residen desde 1560, se está renovando y restaurando desde hace varios años, siguiendo la lógica de una modernización continua, y para liberar espacio, que permita la instalación del Museo de la presencia cristiana, una de las tres secciones del proyecto Terra Sancta Museum (http://www.terrasanctamuseum.org/)
Después de varios meses de trabajos, la vieja lavandería han recuperado su juventud, lo que le permitirá acoger de nuevo al personal. Habiendo estado la lavandería situada en otro lugar desde hace ya cierto tiempo, los nuevos locales será destinados a otros menesteres: la Oficina central de las Escuelas de la Custodia, la oficina que gestiona la tecnología y las comunicaciones (IT), e incluso también a AVSI, una ONG que recoge fondos para las escuelas.
El custodio pronunció un breve discurso en el que dio calurosamente las gracias a la Oficina técnica. Luis Riera, voluntario en la susodicha Oficina desde hace más de un año, se ha encargado de supervisar estas labores en las que, durante varios meses, se han empleado trabajadores locales. El custodio después ha bendecido los locales recién estrenados, modernos y construidos con las hermosas piedras de Jerusalén. Disponen también de un pequeño patio, una cocina y un gran salón para reuniones, para disfrute de los empleados.
Esta parte del convento se corresponde a la zona más antigua.
Los frailes están en San Salvador desde el siglo XVI. Entonces compraron un convento y su terreno, perteneciente a los georgianos, cuya presencia en Jerusalén fue muy importante durante el Medievo.
En el interior de las oficinas que se han renovado, las fotos recorren la historia del lugar. De hecho, antes que la lavandería, allí se encontraba la farmacia y, en el patio, los frailes realizaban las consultas médicas gratuitas.
En el exterior se ha conservado y restaurado el antiguo sistema de poleas que permitía a los frailes subir la colada limpia hasta el tejado -una veintena de metros más alto- para tenderla. Este hermoso pedazo de historia, como los pozos y el pequeño camino de ladrillos rojos importados de Europa, mantienen la memoria del intenso trabajo manual de los frailes a lo largo de los siglos anteriores.
Para el padre Stéphane, el objetivo de estos nuevos locales es el de «agrupar en un mismo lugar a los laicos que trabajan con la Custodia o que colaboran con ella, para crear una sinergia», algo que en el pasado era más difícil, porque los locales estaban dispersos en distintos lugares. «Por ejemplo, AVSI recoge financiación para las escuelas y por tanto es lógico esta oficina está cerca de la Oficina central de las Escuelas», ha explicado. El proceso de reestructuración y reorganización comenzó con las oficinas de la revista Tierra Santa y ATS (http://www.proterrasancta.org/)
El convento de San Salvador, donde los frailes residen desde 1560, se está renovando y restaurando desde hace varios años, siguiendo la lógica de una modernización continua, y para liberar espacio, que permita la instalación del Museo de la presencia cristiana, una de las tres secciones del proyecto Terra Sancta Museum (http://www.terrasanctamuseum.org/)