Intercambio de felicitaciones con las Iglesias orientales | Custodia Terrae Sanctae

Intercambio de felicitaciones con las Iglesias orientales

El jueves 9 de enero, según la tradición, los franciscanos se desplazaron a distintos lugares de la ciudad vieja de Jerusalén para presentar sus felicitaciones navideñas a las Iglesias orientales con las cuales comparten la custodia del Santo Sepulcro.

Con los kawas a la cabeza, la comunidad, compuesta en esta ocasión por treinta frailes, se ha acercado en procesión primero al Patriarcado griego ortodoxo. Unos calurosos apretones de mano esperaban a los frailes que han sido recibidos por el patriarca Teófilo III. El custodio, como invitado, ha tomado la palabra y ha deseado una «santísima Navidad a la comunidad ortodoxa». El patriarca, respondiendo a continuación, ha destacado «la importancia de esta cooperación y respeto que animan a nuestras respectivas Iglesias. La Iglesia es con mucha frecuencia el último refugio de los cristianos en todo el mundo y nuestra presencia y nuestra comunión es un testimonio de esperanza. Nuestra misión es importante, debemos ser conscientes de ello». Mientras los licores, el café y los dulces se distribuían por la asamblea, cinco seminaristas del Patriarcado, acompañados por un violín, han entonado canciones navideñas en griego.

A primera hora de la tarde, ha sido la Iglesia copta ortodoxa quien ha recibido a la delegación junto al techo del Santo Sepulcro. Habiendo tenido que dejar el custodio Jerusalén para viajar a Beirut para participar en la ordenación del nuevo obispo latino para Siria, el padre franciscano fray Georges Abú Jázem, ha sido su vicario, fray Dobromir, quien ha presidido el cortejo.
Fray Dobromir ha saludado fraternalmente a Mons. Anba Abrahán, arzobispo copto ortodoxo de Jerusalén, quien ha lanzado una vibrante invitación a la oración. Oración por los hermanos de Egipto, pero también por los sirios e iraquíes. «El Señor nos llama a vivir como hermanos, hijos de un mismo Padre. Debemos esforzarnos por vivir en paz. Las noticias de los países en guerra hablando, día a día, de mártires asesinados por su fe, a imagen de Cristo. Debemos continuar transmitiendo nuestra fe a este mundo; la Iglesia debe ser este templo sólido que llama el Señor». Esto ha sido brevemente lo que ha manifestado.

En el Patriarcado siríaco ortodoxo, armenios y franciscanos han sido recibidos en el diván. Mons. Severios Malki Murad ha recibido con los brazos abiertos a las dos comunidades. Aceptando una taza de té, fray Dobromir ha recordado que «aunque la euforia de la Navidad no dura más que unos pocos días y que las dificultades volverán, lo que tenemos que recordar es la amistad profunda que compartimos en este día». El anfitrión ha agradecido vivamente a la comunidad haberse unido a la alegría de los ortodoxos. A su vez, ha recordado que «el mundo entero mira a Tierra Santa y nosotros debemos mostrar a los cristianos unidos». Ha concluido posteriormente su alocución con este deseo: «Que vuestra visita sea signo de consuelo y reconciliación para el islam y el judaísmo; debemos seguir rezando, en nuestras respectivas comunidades, por todos los creyentes que sufren a causa de la guerra, de la violencia y de la división».

Los franciscanos han terminado sus visitas a las Iglesias hermanas de Oriente en el diván –decorado en amarillo, rojo y verde- de la comunidad etíope. Muchos de ellos se encontraban por primera vez con el arzobispo Daniel Aba, sucesor de Abuna Matías, elegido recientemente patriarca de la Iglesia etíope ortodoxa. Mons. Aba ha destacado le belleza de la Navidad en Jerusalén y agradecido a los presentes el espíritu de fraternidad.
Emilie R.