La Casa del Niño en Belén | Custodia Terrae Sanctae

La Casa del Niño en Belén

En un rincón de Palestina, a pocos metros de la Gruta de la Leche de Belén, existe desde hace cinco años una casa franciscana de acogida. Se llama Casa del Niño, nació en 2007 gracias a la iniciativa de la Custodia de Tierra Santa. Hoy acoge a casi 40 niños que por diversas razones no pueden permanecer con sus familias de origen. La Custodia de Tierra Santa ha puesta a su disposición una casa para todos estos chicos de alguna manera huérfanos de un padre y de una madre. Con los frailes que 24 horas al día se ocupan de estos jóvenes. Criaturas que a veces sufren trastornos mentales leves, pero que forman parte —también ellos— de la pequeña comunidad cristiana de Belén.

Fr Rami Asakrieh, ofm
Casa del Niño
“Una parte de la misión de los franciscanos en Tierra Santa es atender a los cristianos y fortalecer su presencia ayudándolos a resolver sus problemas, ya sean sociales, de enseñanza o de pobreza con diversos tipos de ayuda. Esta casa representa la suma de la ayuda para los cristianos a través de estos chicos de 5 a 17 años.

Los chicos llegan después de la escuela. Comen antes de comenzar las actividades de la tarde. Que son muchas: se estudia y se hacen las tareas. En resumen, lo habitual. Una posibilidad de estudiar, de aprender a aprender. Hay un espacio también para hacer algo de deporte, o trabajos manuales. Y algunos llegan a ser buenos. Estos chicos nos demuestran con orgullo una cruz de manera que han realizado ellos mismos.

Hombre
“Me llamo Elías, fui al Terra Santa School, yo siempre he sentido una especial inclinación por estos trabajos, fui después a los salesianos y con el tiempo se convirtió en mi especialidad”.

Cada joven tiene una historia que debe ser contada, en gran medida llena de graves problemas sociales y económicos. Pero donde hay grandes dificultades, allí está la caridad de los frailes franciscanos que llega siempre a traer esperanza.

Fr Rami Asakrieh, ofm
Casa del Niño
“Este es un lugar que garantiza un alojamiento seguro donde se ofrecen todas las necesidades de un chico para crecer de manera equilibrada y hacer crecer todos sus dones, humanos, sociales, etc. Creo que educando se educa. Se aprenden muchas cosas cada día con los chicos, también cuando crecen. Tú aprendes a tratar cada edad de una cierta manera. Todos necesitamos amor, amor ofrecido a través de la enseñanza, el cuidado y la atención y la comprensión”.

Valores que la Custodia lleva adelante incansablemente desde hace 700 años, sobre todo en la cuna de la cristiandad, donde nació Jesús y donde muchos niños Jesús —entre problemas y mil dificultades— continúan viniendo al mundo.

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