La Eucaristía en el centro | Custodia Terrae Sanctae

La Eucaristía en el centro

2012/06/26

La Eucaristía en el centro
MONS. WILLIAM SHOMALI
Obispo Auxiliar de Jerusalén
“Era un encuentro con una Iglesia que sufre, que ha conocido recientemente una crisis, una gran secularización, más que en otras partes de Europa…”

Parte de este punto, Mons. William Shomali, obispo auxiliar de Jerusalén, para explicar el congreso eucarístico de Dublín, que tuvo lugar del 10 al 17 de junio. Mons. Shomali encabezó una multitudinaria delegación de Tierra Santa en una tierra sacudida recientemente por los escándalos de pedofilia en el interior de la iglesia. Una ocasión, la del segundo congreso eucarístico, también para compartir la gran riqueza confiada a la Iglesia.

MONS. WILLIAM SHOMALI
Obispo Auxiliar de Jerusalén
“Asistimos, por una parte, en honor de la Eucaristía, para profundizar nuestra reflexión y devoción hacia la Eucaristía, pero también como acto de solidaridad con una iglesia que está sufriendo mucho”.

El completo programa ayudó a los participantes a crecer en la conciencia de este don, ofrecido por Jesús a la Iglesia, como signo permanente de su presencia. Memoria del sacrificio en la cruz y de la Última Cena, cuando se instituyó la Eucaristía.

MONS. WILLIAM SHOMALI
Obispo Auxiliar de Jerusalén
“El primer fruto de la Eucaristía es la comunión con Dios y entre los hombres. Para tener comunión entre nosotros debemos transformarnos en Cristo, como cuerpo de Cristo, cada uno debe ser cada vez más parecido a Cristo…”

Una comunión más que nunca esperada por los cristianos que sufren en Tierra Santa. En estos lugares, en el transcurso de los años se han multiplicado las formas de devoción con la Eucaristía como centro. En Belén, a pocos metros de la gruta de la leche, las hermanas adoratrices perpetuas del Santísimo Sacramento rezan, día y noche, ante el cuerpo de Cristo, mientras en la Vía Dolorosa, en la cuarta estación, los armenios católicos organizan desde hace tiempo turnos de adoración eucarística. Junto a esta forma de devoción se sitúa la fiesta del Corpus Domini, que la Iglesia celebró hace poco. En el Santo Sepulcro de Jerusalén, en Belén y en toda Tierra Santa, la hostia consagrada es alzada y llevada entre la gente a lo largo de una larga procesión que discurre por las calles de la ciudad.

MONS. WILLIAM SHOMALI
Obispo Auxiliar de Jerusalén
“La Eucaristía no se hizo solo para el sagrario, no debemos dejar a Jesús prisionero en el sagrario. Jesús vino para consagrar el tiempo y el espacio. Cuando celebramos una procesión y llevamos a Jesús por las calles de Belén, en el fondo estamos consagrando todo Belén al Señor”.

En el centro de la vida de la Iglesia está la presencia de Cristo en el sacramento de la Eucaristía: esa pequeña forma blanca, que nutre la fe de todo cristiano.

MONS. WILLIAM SHOMALI
Obispo Auxiliar de Jerusalén
“Conviértete en lo que has recibido. Has recibido a Jesucristo en la eucaristía, conviértete en cuerpo de Cristo, uníos…”