La fiesta de la Reina de Palestina da inicio al Año de la Fe | Custodia Terrae Sanctae

La fiesta de la Reina de Palestina da inicio al Año de la Fe

2012/10/29

El Año de la Fe en Tierra Santa ha comenzado con una misa solemne en lengua árabe. El santuario de Deir Rafat ha acogido a numerosos cristianos locales llegados para invocar la bendición de la Reina de Palestina en este Año de la Fe propuesto para la Iglesia católica universal.

La Reina de Palestina bendice así el inicio del Año de la Fe en Tierra Santa. Bajo la imagen de la Virgen, en el santuario de Deir Rafat, muchos, muchísimos cristianos han participado en la ceremonia solemne de apertura, el 28 de septiembre, dos semanas después con respecto al inicio oficial de la Iglesia católica. Una fecha simbólica esta, la que celebra la fiesta de Nuestra Señora de Palestina, elegida acertadamente para el comienzo de un año tan importante. La liturgia, celebrada en distintos ritos católicos, enriquecida con símbolos de muchas tradiciones y gestos con distintos significados, ha durado más de dos horas. Melquitas, sirios católicos y maronitas han dado color a esta misa presidida por Mons. Sabbah, patriarca emérito de Jerusalén, y concelebrada por muchos obispos de todas partes de la Tierra de Dios, junto con el arzobispo de Oklahoma, Mons. Paul Coackley.
 
El santuario de la Reina de Tierra Santa se yergue en Deir Rafat, a 35 km de Jerusalén, en una zona con antiquísimas evocaciones bíblicas: en los límites de la antigua Filistea, escenario de las gestas de Sansón; a pocos km de Beit Shemesh, famosa por el paso del arca de la alianza y por Abu Gosh, el lugar que, según la tradición, corresponde al antiguo pueblo de Emaús.

El santuario, construido en 1927, fue especialmente querido por el patriarca de Jerusalén, Mons. Luigi Barlassina, en un momento histórico bastante difícil. Él mismo quiso instituir una fiesta dedicada a la Reina de Palestina para pedir su protección. Como día para su celebración se eligió el domingo siguiente al 25 de octubre. En 1933, la Santa Sede reconoció oficialmente dicha fiesta, destacando en su significado la especial intercesión de María por su Tierra natal. Hasta 1948, fue una parroquia activa en lo que, un tiempo, fue el pueblo cristiano cercano; posteriormente se convirtió en centro de obras asistenciales y educativas. Hoy, el complejo de Deir Rafat acoge a grupos de peregrinos y facilita los encuentros de los cristianos locales.
 
La cura espiritual del santuario se ha confiado a la Orden de los Siervos de María, ayudados por las Hermanas de la Asunción y de San Bruno de Belén. El interior de la Iglesia es muy conocido por la preciosa decoración de sus paredes y bóvedas. El saludo del arcángel Gabriel a la Virgen de Nazaret, reproducido en 280 lenguas distintas, es un coro al unísono compuesto por las voces de todos los pueblos del mundo para alabar a María, la hija más ilustre de esta Tierra.