Desde el miércoles pasado, 10 de octubre, las audiencias del papa se ofrecerán sintetizadas también en lengua árabe. El anuncio lo ha realizado el director de la Sala Stampa (Oficina de prensa) del Vaticano, padre Federico Lombardi. La iniciativa de tener un locutor en lengua árabe, de tal forma que se pueda difundir la catequesis del papa, ha sido acogida positivamente por los cristianos de Oriente Medio. La decisión la ha tomado el mismo Benedicto XVI, «en continuidad con su viaje, el pasado mes de septiembre, al Líbano y con la publicación de la exhortación apostólica postsinodal “Ecclesia in Medio Oriente”». De esta forma, el Pontífice «quiere manifestar su interés y su apoyo al Oriente Medio y recordar a todos los cristianos del mundo que no se olviden de rezar por la paz en esa tierra tan martirizada».
Las audiencias pontificas de los miércoles fueron introducidas por Pablo VI y, desde entonces, los papas sucesivos siempre las han mantenido, convirtiéndose en un medio muy útil y apreciado por los fieles para acercarse al papa. Al principio se celebraban en la Basílica de San Pedro o en otros lugares del Vaticano, como la plaza de San Dámaso. Durante el año 1975, el número de peregrinos que se acercó a Roma para participar en las audiencias generales fue muy elevado y, para su mayor comodidad, se celebraron en la plaza de San Pedro. Desde entonces, en las estaciones en que el clima es apropiado, las audiencias generales se celebran en la plaza mientras que, en los meses invernales y cuando la presencia de peregrinos es menor, tienen lugar en el Aula Nervi, creada por Pablo VI para este fin.
Las audiencias pontificas de los miércoles fueron introducidas por Pablo VI y, desde entonces, los papas sucesivos siempre las han mantenido, convirtiéndose en un medio muy útil y apreciado por los fieles para acercarse al papa. Al principio se celebraban en la Basílica de San Pedro o en otros lugares del Vaticano, como la plaza de San Dámaso. Durante el año 1975, el número de peregrinos que se acercó a Roma para participar en las audiencias generales fue muy elevado y, para su mayor comodidad, se celebraron en la plaza de San Pedro. Desde entonces, en las estaciones en que el clima es apropiado, las audiencias generales se celebran en la plaza mientras que, en los meses invernales y cuando la presencia de peregrinos es menor, tienen lugar en el Aula Nervi, creada por Pablo VI para este fin.