Jerusalén, la ciudad de la luz dorada y de impresionantes atardeceres rosados.
Belleza milenaria, Jerusalén en estos días cambia su rostro y al caer la noche se viste de una nueva magia… la de miles de luces y de colores con las que atrae cada noche a miles de personas.
Proyectada sobre los antiquísimos muros o instalada en los legendarios monumentos de la ciudad, la iluminación del Festival de las Luces de Jerusalén nos transporta a un lugar encantado entre realidad y ficción… envolviéndonos en un enorme abrazo de luz que se extiende a lo largo de los muros exteriores.
Espectáculos, música y performance a cargo de artistas israelíes e internacionales vuelven a hechizar al pública un año más del 6 al 14 de julio… en la cuarta cita del Jerusalem Light Festival.
Los visitantes se reúnen aquí procedentes de ciudades, barrios y países diversos… el festival ofrece una ocasión de encuentro y de proximidad a veces difícil de encontrar a la que el público responde con entusiasmo.
El año pasado el Festival de las Luces resultó ser todo un éxito con la presencia de 250.000 personas.
Tres senderos señalados por luces azules, verdes y naranjas nos conducen entre las estrechas calles medievales de la ciudad, serpenteando por el barrio armenio, judío y cristiano… invitando a la gente a descubrir el encantador juego de luces y espectáculos modernos.
Esperando el lejano amanecer, danzamos, observamos y nos maravillamos.
Iluminaciones ultra-modernas enciende monumentos milenarios y desdibujan las dimensiones temporales, las luces desafían a la oscuridad y acompañan a Jerusalén en las horas de oscuridad.
Los monumentos más conocidos se transforman y se visten de luz nueva.
Nada parece ser lo que era, incluso para quien conoce Jerusalén desde siempre… un hechizo nocturno que se desvanecerá, como en los cuentos de hadas, con la llegada del alba y la magia de un nuevo día.
Belleza milenaria, Jerusalén en estos días cambia su rostro y al caer la noche se viste de una nueva magia… la de miles de luces y de colores con las que atrae cada noche a miles de personas.
Proyectada sobre los antiquísimos muros o instalada en los legendarios monumentos de la ciudad, la iluminación del Festival de las Luces de Jerusalén nos transporta a un lugar encantado entre realidad y ficción… envolviéndonos en un enorme abrazo de luz que se extiende a lo largo de los muros exteriores.
Espectáculos, música y performance a cargo de artistas israelíes e internacionales vuelven a hechizar al pública un año más del 6 al 14 de julio… en la cuarta cita del Jerusalem Light Festival.
Los visitantes se reúnen aquí procedentes de ciudades, barrios y países diversos… el festival ofrece una ocasión de encuentro y de proximidad a veces difícil de encontrar a la que el público responde con entusiasmo.
El año pasado el Festival de las Luces resultó ser todo un éxito con la presencia de 250.000 personas.
Tres senderos señalados por luces azules, verdes y naranjas nos conducen entre las estrechas calles medievales de la ciudad, serpenteando por el barrio armenio, judío y cristiano… invitando a la gente a descubrir el encantador juego de luces y espectáculos modernos.
Esperando el lejano amanecer, danzamos, observamos y nos maravillamos.
Iluminaciones ultra-modernas enciende monumentos milenarios y desdibujan las dimensiones temporales, las luces desafían a la oscuridad y acompañan a Jerusalén en las horas de oscuridad.
Los monumentos más conocidos se transforman y se visten de luz nueva.
Nada parece ser lo que era, incluso para quien conoce Jerusalén desde siempre… un hechizo nocturno que se desvanecerá, como en los cuentos de hadas, con la llegada del alba y la magia de un nuevo día.